Otra gran noche en la décima edición de ‘MasterChef’. Tan solo han transcurrido dos programas y ya se puede intuir la exigencia que habrá durante estos meses de competición. Giraldo pone fin a la aventura mucho antes de que lo pensaba.

Dulce y salado

“Un misterio hasta que se rompe”. Encima de los jueces había una enorme piñata. Dentro, unos caramelos gigantes que los aspirantes tenían que coger. De manera inconsciente y al azar, cada uno había escogido que cocinar en este primer reto. Aquellos que tenían caramelos (Jokin, Yannick, María Lo, Iván y Giraldo) tenían que hacer un plato dulce. El resto (Paula, Eva, Patri, verónica, Luismi y Teresa) un plato salado.

A las cocinas entraron Miki Nadal y Juanma Castaño, ganadores de la sexta edición de ‘MasterChef Celebrity’. El cómico entró con una campana y debajo de ella el ingrediente que todos deberían utilizar en la primera prueba de la noche, panceta. Por delante, 75 minutos por delante.

Yannick demuestra la bien que se le da la repostería | Fuente: @MasterChef_es

Mientras que la prueba avanzaba, los jueces hacían un breve repaso del programa en estos diez años de historia junto a los invitados. Se habló del nivel de los concursantes en anteriores ediciones y Jordi dijo: “Veo a esta gente muy resolutiva. En otras ediciones veíamos un buen casting y a las dos semanas se nos ha caído el equipo”.

Los primeros paseos por cocinas dejaron ver que algunos no tenían mucha idea de que pasos seguir. Sobre todo, aquellos que tenían postre, como Jokin con un intento de arroz con leche. Iván confesaba que le faltó echar harina en su bollo, el cual ya estaba en el horno. Luces y sombras en este reto.

Patricia, Paula y Eva fueron las primeras delante de cocinas, no se llevaron buenas valoraciones. La primera buena valoración, para Teresa, gustó a todos. “No tengo criterio para valorar esto”, se atrevía Pepe a decir a Luismi. “Primo del ‘León Come Gamba’. Hay que subir mucho el nivel”, añadía Jordi.

Iván presentó una tarta de queso, que se desmenuzó al sacarle del molde. También falló Jokin, el intentó de arroz con leche quedó en eso. María Lo se llevó la mejor valoración tras elaborar un bizcocho, por lo tanto, la ganadora de la prueba.

Los favoritos empiezan a asomarse

Los aspirantes se trasladaron a Algarve, Portugal. Dos de ellos se quedaron en casa, Adrián y Julia, con test positivos en COVID-19, mientras que Claudia se unía a la expedición después de pasar la enfermedad. Por ser los peores de la prueba anterior, Jokin y Luismi fueron los capitanes. Los jueces daban la oportunidad de revertir la situación.

Ellos mimos eligieron los equipos. Luismi se quedó con el primer plato y el postre, para redimir fallos de la primera prueba. Junto a él: Tere, Patricia, Eva, Iván, Julia y Giraldo. Como plato principal, carabineros, mientras que para el postre debían trabajar para conseguir tres texturas con la naranja.

Jokin se quedó con David, María Lo, Verónica, Yannick, Adrián, Claudia y Paula. El primer plato consistía en elaborar atún, muy usado en esta zona de la Península, junto a un puré. Después, un solomillo troceado y marinarlo, iría acompañado de un puré de almejas.

Jordi Cruz se quedó con el equipo azul, lo vio todo controlado, pero avisó porque en estas cocinas nunca se sabe. “No quiero que os confiéis”. Luismi se vino un poco abajo porque Pepe Rodríguez vio algunos retrasos en el equipo rojo, sobre todo en el apartado del postre. Con el paso de los minutos, Tere iba avisando de que les iba a tocar correr. Nadie lideraba el equipo rojo.

Samantha también mostró su preocupación por el postre y viendo el caso, saltó: “Tenéis un capitán que no vale”. Es entonces cuando Teresa tomó los mandos. Cuando algo va mal, todo revienta por todas partes. Giraldo y la nueva capitana tuvieron su primer desencuentro.

El chef invitado, Henrique Sa Pessoa, se pasó por las cocinas. Dio el aprobado al equipo azul, que comenzó a emplatar las 400 raciones que se tenían que elaborar para este reto. Se veía venir la derrota por parte del equipo rojo, quienes iban muy retrasados con el postre a 15 minutos de su turno.

Tal era el desastre que Pepe apenas hablaba y Jordi entró a ayudar, al menos a emplatar. El primer plato que tenían que sacar iba acompañado de algas, pero no se hicieron. También fallos por todos lados en el postre, que salió a medias.

El veredicto iba a ser duro e incluso aumentó la tensión entre los seis integrantes del equipo rojo. “Si preguntas tonterías como donde está la sal o un bol… son cosas básicas. No tienes que preguntar cosas absurdas”, decía a voces Patricia a Giraldo. “Aquello era un incendio bestial. El capitán ha dado un paso atrás y menos mal que has sido valiente, Teresa. Te ha superado el fuego, pero ya estaba todo por los aires”, decía Pepe a todo el equipo.

Jordi no tuvo ni una sola pega para el equipo azul. Jokin se echó todo el trabajo a la espalda y le salió bien. Ya son dos pruebas de exteriores en las que el vasco se lleva la mejor valoración. El equipo azul, evidentemente, equipo ganador.

Sube el nivel de exigencia

Antes de la prueba, Adrián y Julia se incorporaron al equipo. Ella recibió el delantal negro, ya que Luismi la eligió en la prueba de exteriores. Verónica, como mejor de la prueba, salvó a Luismi y Patricia. Los ganadores de las anteriores tres ediciones fueron los siguientes invitados: Arnau, Vicky y Aleix. Trajeron un plato cada uno.

Evidentemente, los integrantes del foso tenían que replicarlos. Fue Teresa la encargada en repartir los platos. Ella cogió el plato de Arnau. Eva y Giraldo se llevaron el postre, de lo más complicado. Para Iván y Julia fue la hamburguesa. Para ser el segundo programa de esta edición, la verdad que esta prueba era realmente complicada.

Eva cogió fuerza para esta final muy importante. Giraldo e Iván comenzaron a complicarse. Poco a poco fueron pasando los minutos, aumentando la tensión hasta que comenzaron las valoraciones. Teresa, que se fue a por la sardina, le faltó algo de fritura para Jordi, pero para Pepe estaba pasable.

En el plato de Julia había muchos fallos tanto en la hamburguesa, patatas y alitas, que no se doraron. Iván se puso delante de las cocinas admitiendo sus fallos, pero la elaboración se salvó. “Las alitas están muy buenas, te he visto trabajar con más ganas. Quiero ver al nuevo Iván”, decía Samantha.

Giraldo se vio acorralado por sus compañeros. Que si le falta humildad, que no es perfecto. Los aspirantes aprovecharon una pregunta que hizo en alto Jordi, ya que pensaba que el cubano se estaba “cachondeando” de ellos. A Eva se le recriminó poca velocidad, que reflejó el caos en al plato.

Las réplicas eran complejas y exigentes. Teresa fue la mejor de la prueba, hizo bien en elegir la sardina. Los platos de Julia e Iván no eran perfectos, pero valió para salvarse en esta segunda noche. Dicho todo esto, el aspirante que no continua en las cocinas es Giraldo. No fue su noche y sabemos que la falta de humildad no gusta a los jueces.

“Experiencia corta, pero intensa. Me hubiera gustado continuar, pero quedarme con lo vivido. Me siento privilegiado. Creo que ganará Jokin y si aprovecha este tiempo será un competidor”, decía el cubano antes de abandonar las cocinas.

 

 

Imagen destacada: @MasterChef_es