Por culpa de una piña de repostería que parecía una medusa, Fernando se convierte en el quinto expulsado de esta séptima edición. Los encontronazos a lo largo de la noche han ido en aumento y para la semana que viene ya tenemos a un aspirante con delantal negro .

La semana pasada se cumplió el mes de concurso. Patricia Conde fue quien abandonó las cocinas y aún sigue dando de qué hablar. Para muchos era la favorita y por eso los aspirantes esperan que sea una de las repescadas, pero ese día aún no ha llegado.

Las batallas y el PIN de la inmunidad

Los aspirantes se enfrentaban a una prueba única en este programa, las batallas. En primer lugar, los once concursantes se enfrentarían entre ellos y cuatro quedarían eliminados. Los siete mejores avanzaban y los cuatro mejores luchaban por un premio que iban a conocer más adelante. Era el momento de ir descubriendo qué se iba a cocinar.

En primer lugar, bajo un paño frente a los jueces, diferentes cítricos, que iban a ser los protagonistas de la primera prueba. Una caja misteriosa con aceite de oliva virgen extra también iba a ser otra de las claves. Y faltaba otra cosa más, una campana para cada concursante. Primera elaboración: un cebiche, aunque para completarlo había que elegir un cítrico y un aceite.

Tras 20 minutos, los jueces se pasaron por cada mesa para probar los platos. Samantha se quejaba de lo seco que habían hecho los aspirantes el cebiche, hasta que llegaron a María Escoté. “Al fin tenemos uno”, comentaban los tres al unísono. Los peores fueron Pepe Barroso, Xavier Deltell, Daniela Santiago y Norma Duval, por lo tanto, a la galería.

La segunda batalla consistía en elaborar un guacamole. Escoté volvió a acertar, como Isabelle Junot. El siguiente en pasar a la última fase fue Nico Abad, mientras que Lorena Castell se salvó por haber usado la técnica del aceite. Por último, un mini suflé de naranja junto a un helado de aceite con mandarina. Para ello, 40 minutos.

Abad acertó, los chefs comieron el suflé y el bizcocho sin decir palabra y avanzaron a Isabel. También dijeron que estaba bueno y pasaron a Lorena Castell, quien llegó a esta fase de casualidad, siendo la mejor de las peores. Los dos primeros —Abad y Junot— se iban a jugar el PIN de la inmunidad. Sorpresa enorme para ellos, ya que no se esperaban este duelo final.

María Lo, ganadora de la última edición de ‘MasterChef’, entró en escena para cocinar con estos dos aspirantes. Si María Lo ganaba, ninguno se llevaba el PIN. Los jueces iban a hacer una cata a ciegas en el restaurante, por lo que no iban a presenciar el cocinado. Florentino Fernández y Gonzalo Miró eran los encargados de vigilar a los tres.

Abab y Junot se tenían que poner de acuerdo para elegir 10 ingredientes para elaborar un plato libre. Se decantaron por hacer un dulce. Como no podía ser de otra manera, María Lo dejaba con la boca abierta a los aspirantes. Nico e Isabel estuvieron dándolo todo durante toda la prueba. Los jueces entraron para probar los platos y se sorprendieron con el resultado.

Para escoger al ganador, los jueces apuntaban las notas para cada plato en una pizarra. María Lo se llevó 40 puntos, es decir, ningún concursante se llevó el PIN. Al final, el karma actuó e Isabel fue la peor de la prueba a pesar de ser quien escogió hacer el postre.

Los más caóticos pueden llegar a ganar

Las Salinas de Añana, en Álava, han sido las protagonistas de la prueba de exteriores. Los equipos fueron elegidos al azar. Daniela Santiago y Norma Duval fueron las capitanas. Santiago estuvo acompañada de Isabelle, María Zurita, Fernando y Nico, mientras que Duval por Manu, Lorena, Escoté y Pepe. Mientras tanto, Xavier iba a ser el sazonador, el encargado de aportar sabor a los platos de ambos equipos. Para él, un delantal gris.

Edorta Lamo, chef del restaurante Arrea, fue el encargado de hacer el menú. El azul, el de Santiago, tenía que elaborar foie de sesos y patxaran y pase de paloma. Por otro lado, el equipo rojo tuvo que quedarse con una patata rota y trufada y un postre, níspero y letxes. Por delante, 170 minutos de cocinado.

Comenzó el fuego real. Norma Duval se llevó todo el protagonismo de la prueba porque perdió los nervios desde bien temprano, no aceptando las críticas de sus compañeros. “Siempre se va en contra de mí”, decía. Llegó Samantha para intentar poner orden y dio la razón a los miembros del equipo rojo, aunque estuvo charlando a solas con la vedette durante varios minutos.

En el equipo azul, a pesar de trabajar sin discusiones, hubo muchos fallos. La mitad de los comensales tuvo que comer medio seso de foie, mientras que del segundo plato “se ha hecho una versión libre”, según Pepe Rodríguez. El chef también criticó como se desplumó la paloma, el ingrediente principal del segundo plato.

A la hora de las valoraciones, Xavier recibió las felicitaciones de los jueces por haber hecho bien su trabajo de sazonador, evitó la eliminación. Las diferencias estuvieron presentes en el equipo rojo y entorpecieron el trabajo, pero eso no evitó que fueran los mejores de esta prueba, por lo tanto, se salvaron del famoso foso.

La repostería saca los mayores fallos

Al ser la mejor de la prueba de exteriores, Escoté tuvo el privilegio de salvar a alguien, a Daniela Santiago. Ahora bien, ese delantal negro tenía que ser para otro concursante, Norma. No bajaría esta noche a cocinar en la eliminación, pero comenzará el programa de la semana que viene vestida de negro.

Comenzábamos a cocinar. Debajo de unas cajas misteriosas había papel alimentario que se puede utilizar para envolver u hornear alimentos para mantenerlos frescos. Y debajo de ese papel, una barra de pan. Una sorpresa más delante de los jueces: una piña de repostería, más concretamente, bizcocho borracho. Era la hora de replicar.

Todas las piñas han tenido sus defectos, empezando por que ninguna de ellas tenía fruta de la pasión y, en el caso de las de María y Nico, tampoco jengibre. La mejor ha sido la de Isabelle y, de las otras tres, la peor ha sido la de Fernando Andina. El actor se ha convertido en el quinto expulsado deMasterChef Celebrity’ por culpa de una piña que, según Jordi, se parecía a una medusa.

 

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