Muchos viajes son los que marcan la vida de las personas, creándoles un carácter particular y haciéndoles más comprensivos con el otro. Este es el caso de Verónica Zumalacárregui, una periodista y presentadora de televisión que vive subida en un avión, disfrutando de la gastronomía del mundo y haciendo partícipe a cualquier inquieto de la alimentación. Ahora, presenta su libro, ‘La vuelta al mundo con 15 mujeres’, en el que comparte sus vivencias con mujeres de todo el mundo.

El entendimiento y la comprensión por la otra son dos puntos clave que se aúnan en la obra de Zumalacárregui. Una oda al paso del tiempo y la diferencia en la vida de muchas mujeres a lo largo de grandes viajes que crean la personalidad de la autora. El libro reúne historias alegres, otras más melancólicas e incluso tristes que llegan a un lugar común: la fuerza de la figura de la mujer.

‘La vuelta al mundo en 15 mujeres’ recorre numerosos puntos del planeta, en concreto –tal como se vislumbra en su título– 15 países que acogen a la periodista y, como ella misma afirma, su carácter preguntón. Desde Noruega a Uganda, pasando por Río de Janeiro y volviendo a Madrid, el camino está lleno de historias que cortan la respiración e incluso que hacen envidiar por distintos motivos.

La obra comienza con la despedida de la autora con su abuela, quien, antes de fallecer, le pide encarecidamente que le prometa que algún día tendrá hijos y se casará, a pesar de lo que Zumalacárregui desea. Este punto de inicio en este libro que se acerca tanto a un relato periodístico, culinario y sociológico a partes iguales, viene a resumir la esencia del mismo: los puntos de vista de cada mujer.

La ruptura de los estereotipos

Las 15 historias personales que narra la protagonista confluyen en entender lo que la otra mujer intenta transmitir, en su conciencia y su apreciación de algún aspecto de la vida. Así, por ejemplo, el primer relato está protagonizado por una mujer noruega llamada Ragnhild, quien muestra a la autora su día a día como profesora, además de permitirle ahondar en su vida privada. Es justo en ese plano en el que su historia empieza a llamar la atención.

La periodista puede ver cómo su entrevistada reúne en una misma casa a su novio actual, el padre de uno de sus hijos, de diferentes matrimonios y los hijos de este con otra pareja anterior. Anonadada por la visión que se tiene de los nórdicos, una conversación profunda con la protagonista permite ver la mentalidad abierta y liberal de una mujer noruega, quien abiertamente habla delante de sus hijos sobre su bisexualidad.

Otra de las historias cuenta cómo vive Yayoi, una japonesa que muestra su estilo de vida y sus ganas de trabajar y sentirse realizada. Así, para sorpresa de la presentadora, con 70 años de edad, Yayoi se siente muy enérgica y no duda en afirmar que el trabajo para ella y para su cultura, brinda vida y cultiva la mente.

El amor en distintos planos

El viaje de la amante culinaria no solo indaga –a veces mordiéndose la lengua– la vida personal de las mujeres que puede entrevistar, sino que reflexiona sobre distintos tipos de amor. Mei, una chica de Macao que vive enamorada, a escondida de sus padres, es una de las claves de este libro. Su intención de formar una familia ‘de conveniencia’ junto a un chico homosexual para que cada uno tenga una tapadera parece sacada de una película.

Otras, como Rou, habitante de Hong Kong, vive enamorada de su ciudad yde sus tradiciones. Isabel, de su familia, a quien ha criado sin tener miedo a dejar su tierra y enfrentarse a un lugar que no entendía ni su idioma, ni sus culturas. Y así, una larga lista de mujeres que viven enamoradas de sus vidas y lo que estas les están ofreciendo. Así, no se puede dejar de mencionar a Elizia, una carioca de lo más divertida que acepta su cuerpo y disfruta su sexualidad plenamente.

La fuerza y el tesón de unas mujeres empoderadas

«¡Bravo! Tan joven y ya te has recorrido el mundo. Y encima trabajando«. Así es como describe a la escritora una de sus entrevistadas, una periodista de Nueva York de gran reconocimiento. En esta ocasión se habla de la imagen como tema central, aunque se indaga en las diferencias salariales de las trabajadoras frente a los trabajadores.

Kristen, que es la periodista que accede a comer con Zumalacárregui, no tiene pelos en la lengua al hablar de discriminaciones en el terreno laboral. Se trata de una mujer que no tiene miedo en dejar la cadena dónde trabajó para ayudar a otras mujeres que han sufrido lo que ella.

Otra de las protagonistas es Sheila, a quien añade ‘sacrificio’ como tema central de su relato. Y así es, una mujer que no duda en dejar a su hija en un internado y llevarse a su hija –de pocos meses de edad– al otro lado de Uganda, dejando también a su marido, solo para poder tener un futuro. Su trabajo como matrona en un centro de refugiados, además de la descripción que hace la periodista de su carácter fuera del trabajo, como una persona empática, alegre y muy sonriente a pesar de las circunstancias, la convierten en un ejemplo.

Muchas historias con un único mensaje

Verónica Zumalacárregui es una persona inquieta y activa y así se hace ver en su relato. Sus aventuras y su espíritu curioso sumerge al lector en una mente brillante y llena de dudas, que consigue resolver. Tras la lectura de ‘La vuelta al mundo en 15 mujeres’ su mensaje está claro: en la diferencia se encuentra el conocimiento y no hay mejor forma de conocerlo que conociendo a tus coetáneas.

Verónica Zumalacárregui, autora de 'La vuelta al mundo en 15 mujeres'

Verónica Zumalacárregui, autora de ‘La vuelta al mundo en 15 mujeres’ Fuente: Instagram.

 

Imagen destacada: Verónica Zumalacárregui vía Instagram