El pasado 2 de diciembre, Shawn Mendes compartía con el mundo «It’ll Be Okay», su nuevo single. El videoclip aterrizó un mes y medio más tarde. 

Tratar de silenciar el dolor es inútil, así lo cuenta el canadiense que está en boca de todos. Shawn Mendes, con una ruptura pública reciente y un álbum a la espera de salir a la carretera, comparte y brilla con una nueva balada, de las que obligan a estrujar el corazón y rasgar las cuerdas vocales.

En It’ll Be Okay, Mendes recorre la primera mitad de la superación de un vínculo perdido: del dolor a la esperanza. La segunda mitad, la que desemboca en la superación real, llevará más tiempo y necesitará nuevas canciones en las que exprimirse.

«It’ll Be Okay»: sanar para dejar ir, ¿o es al revés?

Para este primer paso, regresamos a los inicios. La sencillez de las calles de Toronto, ciudad natal de Shawn, solo se decora con la nevada sobre un abrigo oscuro y prácticamente mimetizado con la noche. Quizás no cuenta con elementos llamativos para que lo importante siga siendo la canción, o quizás pretende ilustrar que sanar es a veces pasear y recordar que todo irá bien. Para contarlo, Shawn vuelve a confiar en Jay Martin (Stitches, Mercy y There’s Nothing Holdin’ Me Back) para la dirección del videoclip.

It’ll Be Okay habla de amar o, en otras palabras que se ajustan más a lo que hay escrito en su letra, de dejar ir. Menciona ese futuro conjunto y detallado que jamás se cumplirá y confiesa el dolor que ese pensamiento exacto despierta, pero promete que todo se solucionará, y promete también hacer lo posible para que así sea. Y eso, tan crudo y triste como lo es el dejar ir, es amar. 

 

 

 

Imagen principal: Shawn Mendes en su videoclip, «It’ll be okay»