Un quinto programa en el que se ha hecho un homenaje a los especialistas de las películas durante los exteriores. Se ha jugado con el miedo de los concursantes al enfrentarse a las pruebas más complicadas. En la prueba de eliminación ha vuelto la alta repostería.

Los jueces indicaron al inicio del programa que estaban algo “desconcertados y aterrorizados” a partes iguales por los platos que estaban presentando los concursantes, a pesar de haber pasado ya un mes de competición. Las tres pruebas de la noche serían “de miedo”.

Un cocinado de miedo

Relacionado con la anterior se invitó a Cristina Medina, en su papel de pitonisa como en ‘La Noche D’. Ella iba a desvelar las claves del primer cocinado de la noche, recibiendo poco a poco a los concursantes, a través del tarot de ‘MasterChef’. Terelu iba a tener que cocinar con un brazo atado, como Ona Carbonell, y una tarta de queso. Una de las cosas más complicadas.

Algunas concursantes eligieron la “carta comodín”, se quedaban tal y como estaban. Arkano tenía cinco minutos menos, al contrario que Juanma Castaño, con diez minutos más. Verónica Forqué quitó dos minutos de cocinado a Carmina. Sin horno se quedó Iván, que además tenía que cocinar crestas de gallo. Julian gozó del consejo de Samantha.

Después del cocinado, llegó la elaboración. La mayoría de los platos no gustó a los jueces. Preocupa que con más de un mes de concurso lleguen platos tan pobres en algunos casos. Hay pequeños detalles buenos en muchos, pero los malos destacan más. Algo que los jueces han estado resaltando en la primera mitad de la noche.

“En este primer reto queríamos ver como mejorabais elaboraciones de la historia de ‘MasterChef’, pero no ha sido así”. Algunas elaboraciones eran fáciles y otras presentadas por los mejores concursantes. Los jueces, una vez más, esperaban más parte de los Celebrities. Por encima había dos, Iván y Terelu, que recordar había cocinado con una mano.

Al ser los dos mejores de la primera prueba, iban a luchar en un nuevo cocinado por el famoso PIN de la inmunidad. Raquel Meroño, ganadora de la quinta edición de ‘MasterChef Celebrity’, entró para explicar este reto. Estos tres tenían que cocinar un plato común con diez ingredientes, salado, en 45 minutos.

El magret de pato de Iván tenía fallos y aciertos, no convenció del todo a los jueces. Desde luego, la elaboración de Raquel ha estado por encima de los concursantes. El PIN, por lo tanto, no era para nadie. Los 4.000 € sí fueron para Iván, con mejor puntuación, y se fueron para la asociación española contra el cáncer de Toledo.

Homenaje a los especialistas del cine

En esta prueba de exteriores se ha cocinado para esos especialistas de las películas, en la sombra y jugándose la vida de verdad. Los dos capitanes, los mejores en la prueba anterior, tenían que elegir con quien no querían cocinar. Los equipos quedarían de la siguiente manera: Terelu, Juanma, Miki, Eduardo, Belén, David. Por otro lado, Iván, Verónica, Victoria, Arkano, Julian y Carmina.

Antes ellos un menú energético. Entrante sopa de pepino y manzana; el primero era atún; el segundo eran unos tallarines y de postre, tarta tatín de manzana. Iván se quedó con entrante y segundo, equipo azul. Mientras que Terelu con el primero y postre, es decir, el conjunto rojo.

Con gran parte de los minutos disputados, Samantha comentaba que las cocinas iban demasiado lentas. Iván daba caña a su cocina e incluso tuvo que poner orden entre Verónica y Arkano, ya que la actriz volvió a sacar su furia. Jordi pedía a Terelu más acción en su capitanía. Dicho esto, los jueces anunciaban que los concursantes tenían que cambiar de cocinas, los capitanes tenían que explicarse como iban las elaboraciones.

Juanma no quería cambiarse, mientras que David Bustamante, aunque no lo expresó, estaba muy enfadado. El equipo azul, ahora en la cocina roja, entró sin información porque a Terelu no le dio tiempo a explicar como iban. La tensión iba en aumento en la cocina azul, ahora con los delantales rojos, sobre todo entre Bustamante y Eduardo, el cantante estaba “harto” de sus gritos. Pronto se reconciliaron.

Forqué seguía alterando a sus compañeros en el equipo azul, luego ella se vino abajo hasta que llegó Pepe. La salsa del atún tuvieron que repetirla, luego quedó escasa, un plato que gustó demasiado a los comensales invitados. Terminó el emplatado, el postre tuvo que cambiar hasta de nombre.

Los jueces comenzaron la valoración, primero dejando claro a Terelu que no había sido una buena capitana, dando este papel a Belén. En cuanto a Iván, le echaron en cara su bloqueo al cambiar de cocina, tampoco había un capitán liderando esos nuevos platos, mientras que “destrozaron” el postre, según decía Jordi. “En todo esto, ni estábamos ni se te esperaba. Si no entro y ordeno, no hubiéramos sacado nada”, concluía el catalán.

A pesar de todo el sufrimiento, el equipo rojo fue el ganador. Bustamante sacó toda su rabia, dando golpes contra el césped incluso, Terelu y Miki se dieron un pico. La mejor de la prueba fue Belén, por echar el equipo hacia adelante. “La prueba de eliminación va a ser de todo menos sencilla, suerte”, decía Samantha.

Llega la alta repostería

Belén, por ser la mejora de la prueba, iba a salvar a Carmina de esta prueba de eliminación. Tenía la oportunidad de salvar a otro, eligió a Verónica, pero tenía que bajar a un delantal blanco, fue ella misma. Una caja misteriosa esperaba a los aspirantes, un puro. Ante los jueces otra caja misteriosa, un puro de chocolate.

Llegó la alta repostería y los cinco participantes del foso tenían que recrean ese trampantojo. En este reto iban a contar con la sabiduría de Mikel Guarro, maestro chocolatero de la escuela de repostería Hoffman. Todo parecía complicado, pero iban a contar con la receta.

Julian, sudando la gota gorda con la ganache, perdió demasiado tiempo, más de una hora incluso. Al atemperar el chocolate, Iván se encontró con su pared. Aparentemente, bien Arkano, al igual que Victoria Abril y Belén, que a pesar de ser valiente tenía por delante un reto bastante complicado.

Los problemas continuaron para Julian, el chocolate se atemperó demasiado, se solidificó, tuvo que repetirlo y existió el miedo de no presentar nada. La tensión aumentaba incluso en los jueces, Samantha ni miraba. La sentencia definitiva de Julian llegó cuando su puro de chocolate se rompió. Evidentemente, la cata se llevó a cabo, pero el de vasco no presentó nada… solo algunos pasos.

Los jueces eran conscientes de la complejidad de la prueba. La que mejor ha salido de aquí fue Victoria, muy contenta. El resto tenía que enfrentarse a las míticas pruebas de Pepe… el quinto expulsado es Julian, esperado. “Es fácil desde casa… te metes aquí y es increíble. Vine con la intención de aprender, sufres en todas las pruebas. Pasará el tiempo, se me aclararán las ideas y sabré lo que he sacado de aquí”.

Opinión del redactor

La verdad es que poco que decir de este quinto programa, poco de lo que ha sucedido me ha sorprendido. El inicio quizás un poco largo con el tema del PIN… ¿Por qué no jugarlo en la prueba principal?

En cuanto a los exteriores, un jaleo el cambio de cocinas, pero el equipo rojo ha querido solventarlo bien. Una eliminación muy complicada… Se está viendo que los concursantes no tienen un nivel increíble y avanzaban muy poco a poco, me parece algo excesivo tener este tipo de pruebas. Lástima por Julian, para mí tenía futuro, pero es lo que hay. Nos leemos le semana que viene.

 

 

Imagen destacada: RTVE