En general, un fallo se paga caro en ‘MasterChef’ y, a partir de ahora, más. En este programa los aspirantes se han jugado el pase a las semifinales. Todo esto tras un programa en el que Toni y Arnau se batieron en duelo, donde el expulsado fue el mallorquín.

Ha sido una noche emotiva, donde los concursantes han estado acompañados de sus familiares en primer lugar. En Girona, estos han tenido las primeras prácticas en un restaurante, mientras que la prueba de eliminación ha sido la más dura de esta edición.

Las familias, primeras protagonistas

Para empezar, una caja misteriosa en la que no había nada. Los concursantes iban a entrar en la bodega para descubrir de qué se trataba la primera prueba. Allí les esperaba uno de sus familiares junto a un plato de casa, el cual tenían que replicar con técnicas vanguardistas aprendidas durante el concurso.

Después de las sorpresas, entró en escena el finalista de la octava edición ‘MasterChef Junior’, Javier. Los familiares también iban a estar presentes durante el cocinado, que era de 75 minutos, aunque en ningún momento podrían ayudar. No hubo ningún contratiempo por parte de ningún concursante y así llegó la cata.

Ofelia junto a su madre en la primera prueba | Fuente: @MasterChef_es

Arnau, Ofelia y Fran recibieron una gran valoración. Era el turno de Meri, pero se encontró con ligeros problemas: el jugo de la carne en sus albóndigas no era el esperado, según comentó Pepe Rodríguez, aunque sí dio el visto bueno a la salsa. José, junto a su madre María, hizo un gran trabajo, pero Jordi Cruz comentó que se podrían haber hecho más elaboraciones, algo que respaldó Pepe. Por último, María acertó gracias a su “sentido común”.

Fran fue el mejor de la prueba y su plato estará en el restaurante de ‘MasterChef’ durante toda la temporada. María fue la segunda mejor de este reto. Nadie se llevó una valoración negativa y se puso rumbo a la prueba de exteriores.

Primeras prácticas en un restaurante

Para esta prueba de exteriores número 209, dato que daba Jordi, la expedición se ha trasladado a la zona volcánica de La Garrocha, en Girona. En concreto al restaurante Les Cols (Olot), con dos Estrellas Michelin, de Fina Puigdevall. Los aspirantes se enfrentaban a sus primeras prácticas empresariales bajo las órdenes del equipo de esta chef, con la premisa de que ningún comensal tenía que averiguar que había cocinado personal externo.

En el equipo azul, Jordi (responsable de entrantes de Les Cols) y Carmen (responsable de carnes de Les Cols) fueron los ayudantes. Ofelia se encargaría de los huevos, José del pato y Arnau de las partes técnicas de ambos platos. En cuanto al equipo rojo David (jefe de partida de postres en Les Cols) e Imanol (responsable de pescados de Les Cols). Meri se encargaría de la trucha, María del postre, el cual tenía seis texturas diferentes, y Fran el encargado de las partes técnicas. Para ello 190 minutos de cocinado para preparar 32 raciones.

A mitad del cocinado, los cuatro jefes de partida abandonaron las cocinas para dejar a los aspirantes trabajar, ya que los platos estaban encaminados y explicados, o eso parecía. En el equipo azul comenzaron los problemas, ya que los huevos no se hicieron en el horno como manda la receta del restaurante y tuvieron que repetir la elaboración desde el inicio.

El equipo rojo necesitaba el horno igualmente y comenzaron las voces. Samantha tuvo que ordenar la entrada de los jefes de partida para poner orden. El caos era tal que la chef tuvo que retrasar el emplatado 15 minutos por culpa de los huevos del equipo azul, algo que le recriminó a Ofelia con un tono algo elevado.

Los problemas se fueron solventando, pero esto pasaría factura a la hora de la deliberación. Arnau se quejó de la falta de actitud por parte de sus compañeros. Jordi empezó pronto a comentar los fallos que ha tenido el equipo azul, centrándose en Ofelia que no estuvo animada en ningún momento y arrastró a Arnau. En resumen, no había equipo.

Pepe solo tuvo buenas palabras para el equipo rojo, sobre todo con María que preparó una zanahoria con siete texturas en vez de las seis de la receta original. Igualmente, el de Illescas destacó la actitud de estos tres integrantes (María, Meri y Fran). “Cuando te escucho hablar es un regalo, esa ilusión da sentido a ‘MasterCherf’”, comentaba Samantha. Estos tres aspirantes ya están en la semifinal.

El postre más complicado de ‘MasterChef’

Jordi ya lo comentó en Girona al terminar la prueba de exteriores. Este foso iba a ser “el más difícil de toda la edición”. Delante de los jueces, una campana que contenía lo que visiblemente podría ser una taza de cappuccino, pero en realidad estaba recubierta de chocolate blanco, bizcocho, ganache, chocolate, vainilla…

Tenían que elaborar este postre sin saltarse ningún paso, ya que, si lo hacían, no iban a conseguir replicarlo. De todos modos, iban a tener la receta y con 120 minutos por delante. Jordi Bordas entró en escena, chef pastelero y Campeón del Mundo de pastelería.

Comenzó el cocinado y Arnau era el único que mostraba estar un punto por encima que sus contrincantes, así lo confirmó delante de Samantha y Bordas. Desde la galería, comentaban que José era el más retrasado y que debería repetir sus elaboraciones. Llegó Jordi a su puesto y vio cómo, por tercera vez, intentaba atemperar el chocolate.

El postre que tuvieron que replicar en la prueba de eliminación | Fuente: @MasterChef_es

Los problemas continuaban para José cuando se le cortó la mousse. Tanto a Arnau como a Ofelia se le rompió el molde de la taza de chocolate blanco, pero lo solucionaron. Los jueces ya empezaban a tener claro que no tendrían la perfección, pero iban a buscar las semejantes. La cata comenzó con la gallega, los nervios le pasaron factura, la taza estaba presentada y las elaboraciones hechas, pero con fallos técnicos en texturas.

Samantha siguió comiendo del postre de Arnau, mientras que Pepe y Jordi valoraban su trabajo. Esto decía mucho de su trabajo, se salió para conseguir su pase a la semifinal. “Fino, serio, de semifinalista”, decía el de Illescas. Por último, José, que le faltó una de las elaboraciones, pero las cosas que estaban acabadas estaban ricas. No fue suficiente.

El primer salvado era Arnau, como era de esperar. José sería el expulsado de la noche, aunque las elaboraciones de Ofelia tuvieran algunos fallos. “Ha sido una experiencia enriquecedora, la mejor de mi vida. Me llevo a todos vosotros y mis compañeros”, dijo. Los jueces le dieron las gracias por su paso y por el trabajo que hace en el hospital luchando contra la Covid-19. Por último, espera que gane Fran por todo lo que le cambiaría la vida.

 

 

Imagen destacada: ShineIberia