Lèpoka se puso sus túnicas y volvió a pisar el escenario después de muchos meses alejados de los focos. ¿Quién decía que un concierto con los fans sentados en las sillas no podría convertirse en una fiesta total y en diversión? Pues así fue el estreno de ‘El Baile de los Caídos’ su último álbum.

Tras aplazar el concierto de Bilbao, que estaba previsto para el 17 de abril, a las 19:30 horas la Sala de la Prensa de Madrid abría sus puertas para acoger uno de los pocos eventos que se están realizando. Los siete integrantes del grupo no se hicieron esperar, a las 20:30 horas la intro comenzó y subieron uno por uno a la plataforma. Primero fue Jaume –baterista–, seguido de Dio–guitarrista–, Popez–-guitarrista– y Zaph –bajista–.

Y entonces, comenzó el baile. Dani Fuentes saltó al escenario con una gran ovación por parte del público, estrenándose como el nuevo violinista de Lèpoka. Un fichaje que hicieron el pasado mes de diciembre, pero que no había tenido oportunidad de debutar hasta la tarde de este 1 de mayo. Ya lo venía avisando: su arco no iba a dejar de brillar, y así lo demostró con una actuación increíble. A continuación, salió Zarach -vientos-, y, por último, Dani –vocalista– acompañó al resto en la apertura del concierto con ‘Beber para Creer’. Así, tomaba inicio la gira de su último discoEl Baile de los Caídos’ que no habían podido estrenar.

La sala, desde el minuto cero, se vino arriba, cantando y haciéndoles llegar el calor. Estar sentados, con distancia de seguridad y con mascarillas no les iba a impedir disfrutar del esperado concierto después de meses de restricciones. Fue entonces cuando ‘Eternia’ comenzó a sonar, pero no fue hasta la siguiente, ‘El Baile de los Caídos’, donde la sala reventó. Comenzaron a hacer el coro a las primeras frases, y, ¡melenas al viento! Era momento de mover la cabeza al son de la música. El público cantaba a pleno pulmón uno de los temazos del último disco, titulado de la misma forma que la canción.

Dani, al micro, tomó unos minutos tras el tema para agradecer a la gente presente en la sala: “Gracias Madrid”, pero también tuvo un guiño de cara a las elecciones de la capital española, a lo que la gente reaccionó gritando “Ayuso, fuera”. Y, entonces, vinieron los demonios vestidos de gala, para comprar y vender sus almas y adueñarse de su mente, con ‘Pandemónium’.

Dio en el concierto de Lèpoka en Madrid. | Fuente: Diana Serrano

Dio en el concierto de Lèpoka en Madrid. | Fuente: Diana Serrano

Era hora de dar paso a una de las canciones más divertidas del álbum, con coros que recuerdan a Hércules y las musas, pero que nada tiene que ver con ellos. Era momento de ser niños de nuevo, con ‘Heavyátrico’, canción que los fans disfrutaron como si les quitasen años de encima.

Era momento de echar la vista atrás y recordar el temazo de su segundo disco ‘Beerserkers’, que se llama de la misma forma. Así, hacían homenaje a las cosas que más les identifican: las birras. Como bien dice la letra, “ser sobrio es un mal que hay que erradicar, es nuestra obligación que no haya birra sin alcohol. Si al bar nos ves llegar, yo te voy a avisar, acábate esa jarra o te iremos a zurrar” y los folkohólicos hicieron caso a Lèpoka, bebieron de sus cervezas a su salud. El concierto parecía toda una fiesta, con música, alcohol, amigos, y, sobre todo, mucha diversión, pero con cautela, a pesar de que se notaba en el ambiente las ganas de saltar y bailar entre todos.

Dani Nogués volvió a coger el micro, pero para decir unas palabras. La canción que continuaba en ese momento se la dedicó a alguien muy especial, a alguien que le marcó, pero añadió que “cada uno la haga suya con el año que hemos pasado, que no decaiga el buen rollo, que lo sintamos y cantéis conmigo”. La balada tuvo comienzo y el público unieron las manos entre los pequeños grupos para elevarlos y balancearlos al son de la música, era momento de ponerse sentimental, y de saber que esa noche jamás la olvidarán.

Sin tiempo de espera entre canción y canción, comenzó Chupito, otro tema de su segundo disco con una pequeña modificación, y es que a esa ronda invitaba “Zaph”. Y, por supuesto, esa noche había fiesta mientras duraba el concierto, aunque no era hasta que amaneciese. Seguidamente avanzaron un poco en el tiempo, concretamente a su tercer álbum, para hacer sonar ‘Goliardos’. Los folkohólicos saltaban en las sillas y disfrutaban casi como si pudiesen hacerlo de pie.

Dani Nogués pausó el concierto para seguir hablando, pero la gente, que gritaba, aplaudía y silbaba, ahogaba su voz. Fue entonces el turno de Dani Fuentes para ser el protagonista, al que llamó para que se acercase al centro del escenario. Zarach le ofreció una cerveza, a la que le dio un trago, y Dani Nogués quiso que el público le aplaudiese. Fue entonces cuando estos empezaron a corear al violinista gritando su nombre, «¡Dani!», durante varios minutos. Sin duda, los fans le han acogido de la mejor manera posible, le brindaron todo su apoyo y cariño para que se sintiese como uno más.

Dani Fuentes en el concierto de Madrid. | Fuente: Diana Serrano

Dani Fuentes en el concierto de Madrid. | Fuente: Diana Serrano

Por si fueran pocos los motivos para estar de celebración, Jaume cumplía 28 años, y no había mejor manera de festejarlo que volviendo a coger las baquetas y tocar la batería. Sin embargo, no solo Dani cantó, esta vez era el turno del público con la mítica canción de ‘Cumpleaños Feliz’. Tras ello, el vocalista de ojos azules volvió a tomar la palabra para lamentarse de que no se pudiesen levantar todos los de la sala para cantar, saltar y bailar.

Comenzó a sonar entonces ‘La Huella del Dragón’, donde los seguidores volvieron a venirse arriba, con las cuerdas vocales ya desgastadas de gritar. Por su parte, los siete integrantes se pusieron de acuerdo para mover las cabezas mientras el público animaba. Y si de sorpresas se trataba, Jaume dejó las baquetas a un lado para coger el micro de Dani Nogués, mientras que este sentó en la batería. Un intercambio de puestos que fue totalmente inesperado, asombró y revolucionó, más si se podía, a los fans. Así, el concierto afrontaba la recta final, pero no sin seguir con más fiesta.

Jaume en el concierto de Lèpoka en Madrid. | Fuente: Diana Serrano

Jaume en el concierto de Lèpoka en Madrid. | Fuente: Diana Serrano

Entonces gritaron “para aquellos que se niegan a ver que seguimos, seguimos, seguimos en pie”, de su tema ‘Seguimos en Pie’. Y acompañados, por supuesto, del coro de los que se encontraban sentados en las butacas, que alzaban la voz pronunciando “¡Que os folken!” a todos de los que habla la letra. Lèpoka no podía evitar, como bien dice la canción, que esa noche lo pasasen bien, y es que no defraudan.

Una reconocible voz comenzó con la siguiente, era la de Jack Sparrow, dando paso a ‘Contra Viento y Marea’. El desfase estaba asegurado, y si quedaba un ápice de energía del público, lo dieron todo. Y, entonces, Dani quiso hacer una pausa para dar una pista sobre el temazo que vendría, “vamos a seguir con un aplauso a la protagonista del videoclip que está aquí, Rocío Vidal”, más conocida como ‘La Gata de Schrödinger’.

Tras el aplauso, el concierto llegó a su punto más álgido, con una gran pista del vocalista a capela, acompañado, como no, de las voces que procedían de las butacas: “Camarero tengo sed, dame algo de beber, que esta noche yo controlo”. Así, los seis restantes se unieron para tocar ‘Yo Controlo’, el tema más conocido y que más representa a todos los españoles.

Todo un reto para el público, que trataba de luchar contra sus impulsos de levantarse a festejar la canción como se merecía. Sin esperar, comenzó ‘El Picorsito’, donde todos levantaron «su jarra». Así, llegaba el final de una cita que se esperaba con mucho nerviosismo, por parte de los fans y de los integrantes del grupo, que, como decían, estaban nerviosos como si fuese su primer concierto.

Lèpoka en el concierto de Madrid. | Fuente: Diana Serrano

Lèpoka en el concierto de Madrid. | Fuente: Diana Serrano

Sin duda, en los tiempos que corren, fue un chute de alegría para todos, a pesar de las condiciones en las que se debía tocar. Pero, como bien dice la banda de Castellón, “si algo bueno pasa has de celebrarlo”, y, sin duda, eso hicieron, sin defraudar, y transmitiendo todo lo que guardaban desde hacía más de un año. Un día memorable también para Dani Fuentes, que aguantó una larga espera para poder subirse al escenario con sus hermanos y demostrar el duro trabajo que ha venido realizando desde que se convirtió en el Séptimo Lèpoka.

 

 

Imagen principal: Diana Serrano