En WHY NOT hablamos con Iñigo Aguas, autor de la bilogía «Los Cuerpos», tras el lanzamiento de su esperado desenlace: «Los cuerpos de las últimas veces» (Cross Books, 2020).

Iñigo Aguas se lanzó a la narrativa el pasado mes de enero. Lo hizo con Los cuerpos de la habitación roja, una apuesta de lo más arriesgada e innovadora. Entre sus páginas se encuentra la primera historia erótica homosexual publicada en un sello juvenil nacional. Este mes de octubre se ha publicado el desenlace de la historia entre Eric y Alex, protagonistas en la novela de Iñigo, así que hemos aprovechado para hablar con su autor y conocer lo que hay tras sus páginas.

Si disfrutas con las historias que crecen y se arriesgan a tocar temas delicados e incluso polémicos, así como el romance, las descripciones sexuales explícitas y otras situaciones jóvenes, te presento la bilogía de Los Cuerpos. Eso sí, ¡obligatorio leer su segunda parte para dar sentido y final a la primera! El estilo de Iñigo es sencillo, correcto y muy ameno, y este desenlace demuestra que las segundas partes sí pueden ser buenas.

De “Los cuerpos de la habitación roja” a “Los cuerpos de las últimas veces”: así crece

WHY NOT: En este segundo libro en la bilogía Los Cuerpos se critican comportamientos vistos en el primero. Haces hincapié en cómo una relación no puede funcionar con comportamientos tóxicos, sin comunicación y sin respeto, por mucha atracción sexual que haya entre dos personas. Además de agradecerte que los propios personajes utilicen el término “tóxica” para definir su relación y se nieguen a continuar con ella por razones que incluyes como parte del diálogo y desarrollo de la trama, me gustaría saber si el cambio surgió a raíz de la publicación de la primera novela o si, por el contrario, tenías pensado desde un principio criticar las conductas peligrosas romantizadas en una continuación.

Iñigo Aguas: Me apetecía escribir sobre una relación tóxica porque es algo que yo no he vivido en primera persona. Quería saber cómo me sentía, la evolución que podía crear entre un libro y otro para ver a los personajes crecer, dar un salto, ese cambio de actitud que todos hacemos para cambiar algo que no nos gusta sobre nosotros: puede ser ponerse a dieta, decidir hacer ejercicio, intentar vencer las inseguridades, madrugar, aprender a decir no… Tampoco le di demasiadas vueltas, cuando leo una historia busco entretenerme, y quería un libro así, para entretenerse. Esta bilogía no son libros de autoayuda, y mi propósito cuando alguien me lee es que desconecte un rato leyéndome. Pienso que si la persona que me lee tiene la edad suficiente como para leer escenas tan explícitas de sexo, también la tiene para saber que es una relación tóxica y no está bien. Esto es lo mismo que cuando ves una peli de vaqueros, sabes que no está bien coger una pistola y pegarle un tiro a alguien, que es solo entretenimiento.

Desde el principio quería criticar las relaciones tóxicas. De hecho, al contrario de lo que muchos piensan, a mí lo que realmente me pasó fue que, tras leer las críticas negativas de la primera parte por contar una historia tóxica, me dieron ganas de mantenerla así en la segunda, de no hacer la evolución que tenía preparada para los personajes. Pero no era eso lo que quería contar cuando empecé a escribirla. El mensaje que yo quería dar con esta novela es que el amor, solo cuando es sano, puede con todo. Mi editor me dijo: Iñigo, escribe la historia que querías contar desde un principio y olvídate de todo lo demás. Y eso hice.

WN: Uno de los cambios más marcados entre la primera y la segunda parte de esta bilogía es el tono con el que se cuentan. En un inicio nos topamos con el despertar, tanto emocional como sexual, de dos personajes. Se podría decir que es una primera parte viva y entretenida con la que el lector también despierta. La segunda parte es más emocional, oscura y seria, rozando la despedida de forma constante. ¿Qué emoción te ha sido más fácil plasmar: el inicio de un amor joven o el dolor de una posible despedida?

IA: Las emociones de la segunda parte han sido, con diferencia, las más difícil de plasmar. Tenía mucho miedo de no dar con las palabras correctas para poder transmitir lo que buscaba. De hecho, la novela la empecé de cero cuando estaba casi por el final, porque veía que no terminaba de contar en el papel la historia que vivía dentro de mi cabeza. Durante el proceso de escritura me he preguntado mil veces: “Iñigo, ¿por qué cojones te has metido en este lío?”. Ahora lo veo terminado y lo que me digo es que, joder, ha merecido la pena. Muchísimo.

Iñigo Aguas: al otro lado de las novelas

WN: Tu obra se conoce como pionera en el género erótico juvenil LGBT+ nacional… ¿Da vértigo lanzarse con algo nuevo?

IA: Da muchísimo vértigo porque también era la primera vez que publicaba una novela. Me daba miedo que nadie leyese la bilogía. He empezado de cero. Por eso ha sido tan increíble ver todas las sorpresas y alegrías que me está dando.

WN: ¿Cómo encajas las críticas? ¿Has usado las opiniones, deseos o inquietudes de los lectores de “Los cuerpos de la habitación roja” para crear su segunda parte?

IA: Es un poco lo que he contado anteriormente: Las críticas negativas casi llegan a influirme, pero al final supe pasar de ellas y centrarme en terminar la historia que había empezado sin dejar que me afectase nada del exterior.

WN: Eric y Alex crecen de una novela a otra, cambian de principios y maduran, conscientes de sus errores y convencidos del destino que quieren perseguir. ¿Creces tú también como autor de una novela a la otra?

IA: Por supuesto. He aprendido mucho con Alex y Eric. Lo que me llevo de ellos es que ahora no me pienso tanto las cosas. Me siento más valiente. No me da tanto miedo equivocarme, simplemente me lanzo a la piscina y ya.

También he crecido como autor, en el sentido de que hay emociones plasmadas en el papel que al principio pensé que no lograría transmitir. Es muy bonito ver el cariño de la gente y saber todo lo que consiguen provocar las palabras.

Más allá de «Los Cuerpos»

WN: En los agradecimientos de la novela cuentas que no tienes pensado escribir más sobre Eric y Alex, pero que podemos esperar otras novelas tuyas en un futuro. ¿Tienes alguna entre manos de la que nos puedas hablar? ¿Alguna fecha, temática, género o idea en la que estés trabajando?

IA: He empezado una historia nueva que tenía muchas ganas de escribir y que lleva en mi cabeza desde que terminé Los cuerpos de la habitación roja. Ahora que ya está terminada Los cuerpos de las últimas veces, ya puedo centrarme en ella.

WN: ¡“Los cuerpos de las últimas veces” tiene banda sonora! ¿Cómo surge la idea?

IA: Mi amiga (Anna Linares) y yo nos estábamos poniendo al día de cómo nos iba todo, y cuando le hablé sobre la bilogía Los Cuerpos, se enamoró de la historia de Alex y Eric. Unos días más tarde, me llamó para proponerme hacer una canción: “no paro de pensar en la historia de esos dos chicos, creo que podríamos hacer una canción que reflejase esa historia, que podría funcionar”. Yo, por supuesto, estaba flipando. Me pareció una idea increíble y estoy muy muy agradecido por confiar en mí. Además, al ser una bilogía erótica, una canción de ese rollo le viene como anillo al dedo.

WN: ¿Te gustaría ver la historia de Eric y Alex en la gran pantalla? ¿Por qué?

IA: ¡Me encantaría! De hecho, mientras escribía la historia, me gustaba imaginar que cada capítulo del libro era el capítulo de una serie.

Creo que sería un gran proyecto que haría mucho bien. Se necesitan contar más historias diferentes, y en esta aprendes con los errores de los personajes, sus torpezas, evolucionas con ellos; y puede ayudar a mucha gente que esté dentro del armario o en una relación tóxica. Además, desde un plano económico, el hecho de que la historia no necesite de efectos especiales y la localización sea en Madrid puede abaratar mucho los costes de grabación.

Cuidado… ¡pequeño spoiler a continuación!

WN: ¿Cuál fue el mayor reto a la hora de escribir la bilogía?

(Spoiler) El mayor reto era conseguir que el lector quisiera que Alex y Eric acabasen juntos a pesar de todo…

Imagen principal: Editorial Planeta