Marta Soto actuó anoche en la localidad madrileña de Coslada, dentro del Ayutthaya Festival. La onubense estuvo acompañada por su público y no dudó en darle las gracias en numerosas ocasiones por el cariño y la responsabilidad.

El primer concierto ‘post-confinamiento’ de Marta Soto no podría haber sido en un ambiente mejor. Caía el sol y pasaban las diez de la noche cuando la onubense pisó con fuerza el escenario en el Campo de Fútbol de La Vía de Coslada, mientras el público aplaudía y coreaba su nombre desde los asientos. Unas grandes bolas de luz neón iluminaban todo el recinto y lo hacían más acogedor si cabe.

La noche empezó con Nos hace falta valor y con algo que Marta repitió en muchas ocasiones a lo largo de la noche: Gracias. Le dio las gracias al público por asistir a su concierto y por la responsabilidad. Cuando pensaba que la pandemia le impediría volver a subirse al escenario este año, volvía estar encima de uno, arropada por el público de siempre. «No es curiosidad que hoy estemos aquí», decía mientras invitaba a los asistentes a cantar con ella Qué Curiosidad.

Apenas un mes antes del confinamiento vio la luz Hoy en el metro, la canción con la que continuó el concierto. Esta es la historia que todos hemos vivido alguna vez: confundir a una persona en un sitio tan concurrido como el Metro y que ese momento dé paso a una infinidad de recuerdos. La noche siguió con Miénteme a la cara, no sin que antes Marta explicara la historia que se esconde detrás de la canción: «Ese momento en el que te estás empezando a enamorar, y esa persona también de ti, pero como que os da un poquito de miedo. Y sabes que te está mintiendo a la cara por miedo a decirte lo que siente

Marta Soto en Ayutthaya Festival | Imagen: Ángela Merino – WHY NOT

La onubense confesaba que todavía no se creía que volviera a estar subida en un escenario y qué mejor forma de ser consciente que interpretando uno de los primeros temas que compuso, en plena adolescencia: Coge mi voz. Marta consideraba altruista y generoso el gesto de asistir a su concierto y de apoyar la música en directo en estos momentos de flaqueza. «Gracias por vuestro tiempo porque el tiempo es lo más valioso que tenemos y esta pandemia nos lo ha recordado«, decía.

Al piano llegó uno de los momentos más emotivos de la noche con Cómo nos miraba el mundo, el resultado de su inspiración durante el confinamiento con la canción que habla de una despedida, de esas que te dejan el ‘por qué’ en la cabeza. También era una noche de primeras veces y, aunque ya subió un fragmento a las redes sociales, era la primera vez que sonaba Me alejaba fuera del salón de su casa.

El público enloquecía con los primeros acordes de Tantos bailes y Marta Soto reconocía que estaba viviendo una montaña rusa de emociones. Me contradigo dio paso a Entre Otros Cien, que sonó por partida doble: un susurro sobre los amores a distancia, el dolor y la esperanza de volverse a ver una y otra vez. El público la cantó sin parar, de ahí que decidiera volver a interpretar un fragmento para cantar más fuerte si cabe.

Ya lo sabes parecía que iba a ser el último tema de la noche, pero nunca lo es. No quiso despedirse sin presentar a sus dos músicos: Juanma Montoya y Dani Ruiz; tampoco sin dar las gracias al técnico de sonido, a la organización, a todo su equipo y, por supuesto, al público. «La música siempre seguirá pa’lante«, decía. Marta se marchó durante unos minutos del escenario y volvió al grito de Quiero verte, esa canción que desprende ilusión y ganas.

Marta Soto en Ayutthaya Festival | Imagen: Ángela Merino – WHY NOT

La noche no podía terminar de otra manera. «Podréis contar conmigo siempre y con mi música», decía. Esto dio paso a Podrás contar conmigo, su lanzamiento más reciente, y su «Podrás contar conmigo si es que el mundo se desarma, yo siempre tendré un hueco por si alguna vez te falta.» Así, Marta Soto volvió a demostrar que es una de las artistas más queridas del panorama nacional por unas letras que acarician y por su entrega e ilusión sobre el escenario. Además, los conciertos son uno de los lugares más seguros y la música ese aliento en tiempos difíciles.

 

 

Imagen principal: Ángela Merino – WHY NOT