El  asesinato de George Floyd ha sido la gota que ha colmado el vaso. Pero ha costado demasiado: antes de George Floyd, muchas otras personas han sido víctimas del racismo y de nuestro actual sistema. Es el caso del asesinato de Lucrecia Pérez o Breonna Taylor, víctimas del racismo institucional.

La calle vuelve a pedir cambios, a gritar que basta de esta brutalidad estatal. Primero en Minneapolis, después por todo Estados Unidos hasta llegar a las inmediaciones de la Casa Blanca ante un Trump que se empeña en hacer oídos sordos y tratar a los antifascistas como terroristas. ¿Nos hemos vuelto locos?

La policía también parece unirse a las protestas, doblando la rodilla, gesto que en su día hizo Colin Kaepernick para denunciar el sufrimiento de la comunidad afroamericana y que tanto le costó. Es loable por su parte, pero hipócrita si luego atacan a los manifestantes con gases lacrimógenos que lanzan hacia las mascarillas o tirándolos por el suelo, como se pudo ver en un vídeo en Florida. Por suerte, la voz de la razón parece empezar a imponerse y esas reivindicaciones se han expandido fuera de las fronteras norteamericanas.

Hemos sido testigos de cómo esas manifestaciones reivindicativas que tuvieron lugar el 7 de junio convocadas por la Comunidad Negra Africana y Afrodescendiente –que avisaban de la importancia de cumplir con las pertinentes medidas sanitarias para hacer de esta una concentración segura en esta fase de desescalada que estamos viviendo– han sido fuertemente respaldadas en distintos puntos de España. Por ejemplo, tan solo en Madrid, la delegación del Gobierno contabilizó a 3.000 personas concentradas frente a la embajada de EEUU en la calle Serrano. En la cuenta de Instagram de SOS Racismo Madrid nos dejan un post recopilando la jornada.

Toca seguir luchando, sobre todo cuando estamos divisando los primeros cambios positivos: en Francia se acaban de prohibir las técnicas de estrangulamiento para detenciones. Sí, cuesta creer que a los cuerpos de seguridad se les permita usar estos métodos de reducción que se han cobrado tantas vidas alrededor del globo terráqueo. A su vez, numerosas estatuas de colonizadores y grandes racistas están siendo retiradas por las autoridades debido al impulso que los manifestantes han dado para que estas acciones se lleven a cabo. Este es el camino, uno donde los propios manifestantes se sensibilizan con la importancia de no desvirtuar el movimiento y la causa.

Banksy, el famoso grafitero británico, también ha rotó su silencio. Al fin y al cabo, el silencio solo ayuda a hundir más a los oprimidos. El artista realizó un grafiti en homenaje a todas las personas racializadas y a la comunidad negra que sufren día tras día el racismo y la violencia institucional.

Imagen: Banksy

En la nota que acompañaba a la obra deja claro que la gente blanca no tiene que desentenderse de la cuestión. Tienen que usar su privilegio para educarse sobre la raíz de toda esta situación, usar su voz y no mostrarse indiferente. Lo más importante es que la gente blanca reflexione sobre sus errores y cómo el sistema que han construido ha causado la actual problemática, no que siga utilizandosu privilegio para compadecerse sobre cómo viven las personas racializadas. Es fundamental darnos cuenta de que el simple hecho de poder hablar sobre racismo, en vez de sufrirlo, es parte del privilegio.

Para entender mejor esto, son de gran ayuda los vídeos y trabajos de la autora, activista y fundadora del movimiento The Body is Not Apology. Ella es Sonya Senee Taylor. En este sentido, entre los post de la cuenta de Instagram de Haluami podemos destacar el post destinado a cómo contribuir en la lucha si no somos personas racializadas.

Hacia el Antirracismo: recursos y cuentas informativas

Poniendo nuestra plataforma a vuestra disposición, presentamos una pequeña recopilación de recursos y formas muy diversas de poder avanzar hacia el antirracismo, la única medicina para nuestra dañada realidad.

En primer lugar, en la página web del movimiento Black Lives Matter –movimiento fundado por Alicia Garza, Patrisse Cullors y Opal Tometi en 2013 tras la absolución de George Zimmerman tras disparar al adolescente afroamericano Trayvon Martin– encontramos numerosas peticiones, maneras económicas de donar, también la posibilidad de donar sin dinero viendo una serie de vídeos. Además, se incluyen innumerables recursos gratuitos como Google Docs o PDF de autoras como Angela Davis y su Mujeres, raza y clase. También es preciso señalar a la mítica Audrey Lorde con Your silence will not protect you. A través de este enlace también aparece información complementaria a la web de Black Lives Matter.

También hay diversas cuentas en las que se puede encontrar información sobre la situación actual y las formas de ayudar:

  • @blklivesmatter
  • @blklivesmatterspain
  • @bailproject
  • @sosracismomadrid
  • @theconciuskid
  • @colorofchange
  • @arthoecollective
  • @blackvisionscollective
  • @guerrillagirls
  • @interseccionalidad
  • @cnaaeb
  • @afrofeminas
  • @haluami
  • @the_black_view
  • @acampa_madrid

 

Los siguientes enlaces también son destacables:

Actuemos con un enfoque local

Desde WHY NOT, como una revista cultural centrada en el contenido musical, nos gustaría cerrar con esta cita: «Recuerda, el Jazz, blues, rock and roll, el funk, soul, R &B, la música disco, house y tecno tienen sus raíces en la cultura de la comunidad negra.»

Desde esta plataforma os animamos a no permanecer en silencio. Os invitamos a que analicéis esta lacra contra la que hay que luchar y erradicar también a nivel local. En nuestro continente, el racismo y la violencia institucional contra los refugiados y migrantes que se embarcan en una patera en busca de una vida mejor o simplemente en busca de la posibilidad de tener un futuro es patente.

Estos trágicos sucesos deberían despertar nuestra empatía, porque simplemente hablamos de personas. Individuos que, por haber nacido en un continente distinto, siguen arrastrando los brutales procesos de colonización que las potencias imperialistas en su día impusieron para luego llevar a cabo una torpe descolonización. También me gustaría destacar un fragmento de la canción Nana del Mediterráneo de María José Llergo: «Llorar los cielos, aúlla el mar, mueren los niños en ultramar, las olas sellan su tumba, Europa pierde las uñas.»

Esto también ha sido denunciado por la ONG Open Arms en incontables ocasiones. Desde aquí, les agradecemos su labor y también os animamos a seguir de cerca su trabajo, sus iniciativas y toda la información que publican.

En España también tenemos un largo camino por recorrer. Recientemente, conocíamos el asesinato del joven marroquí de 18 años Ilias Tahiri a manos de unos guardias de seguridad en un centro de menores de Almería. También la historia de Daniel, un hombre de etnia gitana que recibió una paliza en el calabozo de la comisaría de Algeciras. Días después, su cadáver fue entregado a su familia. Esta información la conocemos gracias a la Organización Kale Amenge, cuenta de información muy útil. La comunidad latina es otra de las que son objeto de este atroz fenómeno. Ahora es momento de ir más allá del activismo pasivo, en la medida de nuestras posibilidades. 

Imagen principal: SOS Racismo Madrid