La esperada actuación de las dos grandes artistas latinas en la final de la Super Bowl ha cumplido con las expectativas,  incluso ha sorprendido con la presencia de Bad Bunny y J Balvin.

En el tiempo muerto de la gran final deportiva por excelencia, la Super Bowl, las cantantes latinas Shakira y Jennifer López pusieron al público a bailar con un espectáculo lleno de ritmo. Se trata de un show de 12 minutos que el público ansiaba. Una gran expectación se hacía eco del momento en el que las artistas se subieron al escenario.

Shakira saltó al escenario del Hard Rock Stadium enfundada en un traje rojo, obra de Peter Dundas, al ritmo de sus canciones más icónicas: She Wolf, Empire o Whenever Wherever. Dejó clara su versatilidad  y demostró, como de costumbre, su capacidad al bailar, además de tocar la batería, dando paso a una actuación sorprendente en la que la hija de JLO ocupó todas las miradas.

La cantante colombiana hizo un espectáculo lleno de referencias a su origen latino. El trap, Bad Bunny o un saludo de origen árabe -que llevó a la confusión de los espectadores al sacarle la lengua a un cámara-, fueron algunas de las anécdotas de la gala.

Jennifer López, por su parte, llegó con su espíritu fuerte y neoyorquino. Jenny from the block fue uno de sus primeros éxitos como solista y fue el que eligió para comenzar su actuación. JLO demostró su calidad como bailarina y concretamente usando una barra de pole dance, gracias al film Estafadoras de Wall Street, mientras sonaban otros de sus singles más famosos Waiting for tonight, Get it right o Ain’t it funny.

JBalvin y su canción Mi gente acompañaron a la del Bronx para mantener el ritmo arriba. En su actuación se cambió hasta tres veces, a base de superposiciones, por lo que no le hizo falta moverse del escenario. En uno de sus cambios de vestuarios e se enfundó en un body de flecos de malla de metal y cristales que, de antemano, combinó con una gran capa de plumas que rendía homenaje a las banderas de Puerto Rico y Estados Unidos.

De On the floor a Let’s get loud, acompañada de un coro de niños encabezado por Emme, su hija de 11 años, fueron las claves del éxito de JLO sobre el escenario. Todavía quedaba espectáculo cuando Shakira entonaba y bailaba a la par su ya más que famoso Waka Waka. Sin duda, una actuación espectacular que se recordará durante años. Un despliegue único de talento por parte de dos artistas que se encuentran al frente de numerosos ‘números 1’.

La cantante Demi Lovato fue la primera en salir a escenario para interpretar el himno estadounidense en la previa del encuentro, una de sus primeras apariciones públicas desde que se «retiró» para recuperarse en julio de 2018. Un derroche de talento, que fue gratamente felicitado.

 

 

Imagen principal: Super Bowl