Zahara llegó ayer al Palau de la Música Catalana con su gira de teatros. La cantante interpretó los grandes temas de su trayectoria y demostró tener calidad, emoción y mucha magia. 

Palau de la Música Catalana, 21:00. Las luces se apagan y el público arranca a aplaudir. Y de repente, silencio absoluto. Entre medio de la platea aparece Zahara con su guitarra y se crea la magia. Empieza a interpretar ‘a capella’ La gracia y la gente no puede dejar de mirarla. Cuando llega al escenario, enlaza su primer tema con el siguiente, Frágiles, al que ya se une toda la banda. La gente, hipnotizada por su dulce voz, solo quiere seguir viajando a través de sus canciones. 

Empezaba un concierto que contaba con la increíble sonoridad de la que dispone el Palau de la Música y con un juego de luces mágico. Dos aspectos que acabarían siendo los ingredientes finales para crear un show exquisito. Zahara interpretaba ahora El FangoEl caso de emergencia y demostraba sentir la música desde lo más adentro de su corazón. Acompañaba con el cuerpo estas dos canciones y, con su voz, transmitía que más que cantando, estaba contando.

«Estic molt contenta d’estar aquí» expresaba la cantante en catalán. Unas palabras que hacían arrancar las sonrisas del público de la ciudad condal. «Es muy bonito estar aquí, yo había venido más de una vez metida entre el público y estar ahora encima del escenario es increíble. Nos sentimos muy afortunados«, añadía una Zahara emocionada y agradecida. Entonces llegaba el turno de Olor a mandarinas, una canción de su álbum de 2009.

Zahara en el Palau de la Música Catalana | Imagen: Marta Illa – WHY NOT

EMOCIÓN Y VERDAD

Una de las sorpresas de la noche era la invitación al escenario al músico Victor Valiente. Acompañaba a la cantante al piano para interpretar una canción de sus compañeros y amigos, Love of Lesbian: Domingo astromántico. El show continuaba con Del invierno, una canción cantada desde la verdad y con la que la artista se dejó el alma. Con Pregúntale al polvo, Rey de reyes e Inmaculada decepción aparecía una Zahara más cañera y con más fuerza que se dejaba llevar por el escenario. Los asistentes también se animaban y aplaudían al ritmo de la música. La artista aprovechaba para acercarse a su público y cantaba y bailaba por en medio de la platea, compartiendo miradas y sonrisas con los asistentes.

Volvía la calma y paz en el Palau de la Música con El lugar donde viene a morir el amorEl astronauta. Y seguía con una canción interpretada a piano, guitarra y voz, sin más producción. El guitarrista también se animaba a cantar Big bang. Entonces se quedaban a solas Zahara y el pianista, creando una atmosfera acústica y cálida. Disfrutando de Guerra y paz podíamos ver la complicidad entre la cantante y su músico.

Era entonces cuando llegaba el momento más especial de la noche. Zahara, a solas con su guitarra, interpretaba Con las ganas. La cantante, emocionada, transmitía cada una de las palabras de esta preciosa canción. Las lágrimas aparecían entre un público completamente atrapado en la voz de la cantante. Cuando terminaba, el público empezaba unos aplausos que se alargaban durante minutos. Sin duda, la canción más íntima y especial de la artista. «Esto es precioso», afirmaba Zahara.

Imagen: Marta Illa – WHY NOT

UNA NOCHE INOLVIDABLE

La noche continuaba con Hoy la bestia cena en casa, interpretada también solo con una guitarra y  su voz. «Ahora os voy a cantar mi canción favorita. Spotify me ha dicho que es la que más he escuchado en la última década así que he pensado en compartirla con vosotros», explicaba la cantante, que se mostraba en todo momento cercana y transparente con su público. Ella sola con el piano deleitaba a los asistentes con Soy un aeropuerto del grupo Mucho. Cuando terminaba confesaba que era la tercera vez que tocaba el piano en público.

El concierto ya estaba llegando a su fin y lo hacía con El diluvio universal, El frío y General Sherman y Cómo Sam Bell volvió de la luna. Para cerrar esta noche mágica, Zahara interpretaba Photofinish. La disfrutaba al máximo y se acercaba a un público agradecido por haber podido vivir una noche mágica. La gente se levantaba de sus asientos para aplaudir a la artista. Ella, completamente emocionada, se fundía en un intenso abrazo con los músicos de su banda y delante de un público rendido a sus pies.

Imagen: Marta Illa – WHY NOT

Se ponía punto final a una noche de música y muchas emociones. Zahara decía adiós a una noche mágica, a uno de esos conciertos que se le quedarían grabados en la memoria para siempre.

 

 

Imagen principal: Marta Illa – WHY NOT