Alexandra Roma, ganadora del Premio Literario «La Caixa» en 2017, publica en 2019 su tercera novela romántica con Plataforma Neo: «Como ver nevar al sol».

Si hay algo que caracterice la pluma de esta autora y la haga fácilmente destacable entre otras muchas es la intensidad con la que las palabras están elegidas. La pasión con la que la autora redacta cada escena es la que da el toque personal y fácilmente reconocible a la historia.

En Como ver nevar al sol conocemos Gabrielle y Damien, dos voces que cuentan la misma historia en una segunda persona íntima. Son voces similares que se reúnen en ciertos momentos de la trama, pero no dejan de ser dos cuentos que empiezan en infancias separadas y completamente opuestas. De hecho, es sorprendente la cantidad de contexto con el que nos deleita la autora, haciendo del presente de los personajes un esperado soplo de aire fresco con el que dejar atrás la construcción del pasado y dar paso a la coexistencia de ambos.

Se hace de rogar y en ningún momento se impone, pero el romance tiene lugar, y este no desentona con el resto de temas tratados en la historia. Todos ellos están defendidos por un estilo romántico que usa reflexiones y diálogos mimados con profundidad poética. Es fácil perderse en el detalle tan bien perfumado de estas páginas.

DOS HISTORIAS ESCRITAS CON Y SOBRE LA PASIÓN

La fama, las diferencias sociales y económicas, la oscuridad del Bronx y el poder de la amistad, la lealtad y la pasión son los motores de esta historia. Tiene un despertar lento, una cuesta arriba en la que conocer con detalle los personajes, sus ideologías, temores y alrededores, y más tarde se desata una caída libre con la que descubrir la razón de ser de todo lo anteriormente conocido. Es, más que una historia de amor, una pareja de historias escritas con y sobre la pasión. 

Alexandra Roma construye toda una historia en distintas líneas temporales, y la posibilidad de especular se cumple con trazas de suspense que no quieren dejar al romance protagonizar la historia. Desde un principio se puede empezar a dudar, apostar y teorizar. Por suerte para el lector, esta autora zanja a la perfección todos los cabos sueltos y, al tratarse de una pluma tan compacta y definida, no hay lugar para quejas sobre su extensión ni tramas atropelladas. 

No recomendaría esta novela a todo el mundo, pero sí a toda aquella parte del mundo que disfrute con descripciones pasionales, personajes y vínculos intensos y giros emocionales en la trama. La manera en la que esta autora crea historias es tan bella y especial que necesita una sensibilidad lectora a la altura. 

 

 

Imagen principal: Plataforma Neo