Débler cierra con éxito el año con la presentación de ‘Adictium’

La Sala Gotham abrió sus puertas el pasado 28 de diciembre para reunir a todos los fans de Débler en el concierto de presentación de su nuevo disco ‘Adictium’. Tras la inesperada clausura de la Cool Stage por orden del Ayuntamiento de Madrid, el grupo se vio obligado a cambiar el lugar del concierto con un día de antelación.

El esperado día, tanto para los seguidores como para el grupo, había llegado. La sala comenzaba a llenarse de personas impacientes por escuchar a Débler, que presentaba su nuevo disco Adictium en Madrid. Durante tiempo elevaron el hype a través de las redes sociales y no defraudaron a su público, quienes pensaban que el cambio de lugar del concierto era una inocentada del grupo debido a su gran sentido del humor, pero nada más lejos de la realidad.

A las 20:45 -quince minutos antes de la hora prevista de inicio- comenzó a sonar la introducción de su nuevo álbum Tempus Fugit, con un vídeo en la pantalla de atrás recitando el texto del anónimo Peter Pan. Uno a uno subió al escenario, siendo el primero Nelson Valenzuela -el baterista-, seguido de Álex García -el guitarrista- junto a su hermano Sergio García -el bajista-, Dani Fuentes -el violinista-, y, por último, el cantante Rubén Kelsen. Los fans les recibieron efusivamente con gritos y aplausos, además unieron sus voces a la de Rubén en Recto hasta el amanecer, un gran acierto abrir el concierto con ese tema, puesto que es uno de los que mejor recibimiento ha tenido.

Con los fans ya emocionados y dejándose la garganta cantando, continuaron tocando Polvo de estrellas, Renacer del alma -de su primer álbum- y A esta ronda invito yo, una de las canciones más alegres y fiesteras. Los fans acompañaron a la música con barras de luces de neón y maquillajes como los que llevan los propios artistas en el videoclip del single del disco. Grita que no fue el siguiente tema que sonó en la sala y una de las canciones más potentes.

Tras un breve parón para agradecer el trabajo de todas las personas que habían hecho posible que el concierto siguiese adelante, también quisieron dar las gracias a todos los fans que se habían desplazado desde distintas zonas como Valencia, Barcelona o incluso Francia. Sergio García invitó a subir al escenario a la chica que venía del país galo para disfrutar del tema Nunca jamás, una experiencia única e inolvidable.

Después de hacer partícipe al público, entonaron la balada del último disco Me perderé en tu cuerpo, cantada por Rubén con un gran sentimiento ya que, para él, es la mejor canción para hacer una declaración de amor. Los asistentes sacaron unas tiras de luces verdes junto a las barras de luz para darle un ambiente más romántico a la sala, idea del club de fans NocSom. Continuaron con Nada nos podrá parar, un tema de su antiguo disco Somnia y con el que elevaron de nuevo la intensidad del concierto.

Como no podía faltar, la actuación estaba cargada de sorpresas. Los integrantes del grupo -excepto uno- abandonaron el escenario y este comenzó a llenarse de humo con luces verdes para dar un ambiente de intriga para que Dani Fuentes deleitase al público con una performance de las bandas sonoras de Harry Potter, El señor de los anillos, Star Wars y Piratas del caribe. Además, sorprendió a los asistentes con su arco-láser durante la actuación de Star Wars, estos reconocieron rápidamente las melodías y se vinieron arriba entonándolas. Los fans de estas sagas disfrutaron mucho y se lo hicieron saber ovacionándole y coreando su nombre al final de su actuación. Con ella, reafirmó su gran talento con el violín por si había alguna duda.

Los cuatro restantes volvieron al escenario para interpretar Nuestra revolución antes de hacer una pausa para que Nelson se colocase en el centro del escenario y diese paso a su performance de batería. Demostró sus grandes dotes con las baquetas y, además, invitó a Rubén a batirse en duelo con él. El público insistió para que Nelson cantase, pero prefirió mantenerse entre la caja, el bombo y los platillos. El ritmo del concierto no cesó y siguieron con uno de los temas que denuncia el abuso del poder de las instituciones: Violar y rezar. Para despedirse, volvieron con el anterior álbum e interpretaron Sentencia final, aunque la gente esperaba que no fuese la última canción.

Débler abandonó el escenario y tras unos minutos en los que se hicieron de rogar, volvieron a subirse a él para continuar con la fiesta. Los bises La procesión de los borrachos y Adictium -el single del último disco- ponían el broche final al concierto más esperado y emocionante del año.

Rubén, a pesar de no tener al cien por cien la garganta, lo dio todo por su público. Cabe destacar la puesta en escena con las luces leds, las pantallas con los vídeos y los solos de los instrumentos que hacían que los fans se entregasen. Por otro lado, los duelos por ver quién se llevaba el apoyo del público entre los hermanos Álex y Sergio ayudó al dinamismo del concierto y a que los espectadores se divirtiesen y se riesen. Incluso tuvieron tiempo para lanzarse selfies mientras tocaban. Débler tiene tablas en el escenario y lo muestran en cada unos de sus conciertos, se les había quedado hasta pequeño.

A diferencia de los otros conciertos, esta vez no contaron con ningún invitado, pero no les hizo falta para llenar la sala con 600 personas y hacer sold out. Fue un gran concierto como prometieron, y es que la banda siempre cumple las expectativas más altas. Por último, se acercaron a la zona de merchandising para hacerse fotos y hablar con sus fans durante un largo tiempo.

 

 

Imagen principal: Diana Serrano – WHY NOT