El WiZink Center de Madrid acogió el pasado 18 de diciembre la segunda edición del concierto Lucha de Gigantes, en el que se reunieron 18 artistas durante tres horas de música en directo.

En una noche de fútbol, el WiZink Center colgó el cartel de ‘no hay entradas’ para demostrar que el poder de la solidaridad es mucho más fuerte. Cerca de una veintena de artistas se dieron cita en el mítico recinto de la capital para homenajear a aquellos gigantes que luchan cada día contra el hambre. Miguel Ríos fue el encargado de abrir el concierto organizado por Acción contra el Hambre, que reconoció la generosidad de todos los compañeros y compañeras que se subirían al escenario de forma altruista para lucha contra el hambre, «contra la avergonzante injusticia, la desigualdad y el insostenible reparto de la riqueza.» Acto seguido, la noche no pudo comenzar de mejor forma que con Lucha de Gigantes, precisamente en un momento en el que la emergencia climática golpea contra el «negacionismo cerril». A este himno de Antonio Vega le sucedió El Río e incluso tuvo tiempo para pedirle al público más despistado que tomara asiento.

McEnroe fueron los siguientes en salir al escenario y poner al público en pie con Electricidad y Un Rayo de Luz. La banda fue la encargada de presentar a la siguiente artista de la noche, «una mujer con un nombre muy bonito». La Bien Querida subió al escenario para deslumbrar a los asistentes con su potencia vocal, primero con Dinamita y, después, con De Momento Abril. El público terminó de enloquecer con la llegada de Miss Cafeina y su «Mira cómo floto, mira como vuelo… Mira como avanzo, valiente, dejándolo todo atrás…» Con Eres Agua se despidieron del escenario y dieron paso a uno de los artistas más aclamados de la noche, así como uno de las revelaciones de este 2019.

Guitarricadelafuente pisó con fuerza el escenario y, acompañado de su guitarra, enmudeció al WiZink Center con Desde las alturas y con Agua y Mezcal. Antes de despedirse presentó a la siguiente artista de la noche: Anni B Sweet, que esperaba que el público disfrutara con las dos canciones que interpretaría. Juramento y Buen Viaje fueron los temas que entonó, antes de dejar paso a Josemi Carmona. «Tengo el gusto y el placer de poder presentar al siguiente artista que va a tocar esta noche aquí, que es flipante y a mí me encanta. Disfrutadle un montón. Gracias por estar hoy aquí», dijo.

El componente de Ketama sorprendió con su guitarra y con Granaína pa su papay después llamó al escenario a Alba Molina y a Emilio Aragón. Con Josemi Carmona a la guitarra y Emilio Aragón al piano, Alba Molina interpretó una bonita versión del mítico Te quiero mucho. Mientras los siguientes artistas se preparaban para subir al escenario, se proyectó el primer vídeo de la noche sobre las pantallas del recinto, en el que se hablaba del hambre como «una cosa muy amarga» y se contaba la situación de muchas familias para las que «la vida significa hambre.»

Con un mensaje contundente en una de las pantallas –«Por las cosechas de hoy y del futuro»Los Secretos subieron al escenario y aseguraron que los verdaderos protagonistas eran todos los que habían adquirido una entrada para acompañarles. Así, comenzaron a entonar eso de «Fue un pueblo con mar, una noche después de un concierto, tú reinabas en la barra del único bar que vimos abierto.» Le siguió una canción muy especial para ellos que sacaron hace 20 años y que tiene mucho que ver con el motivo del concierto: Pero a tu lado. Y precisamente fue el grupo el que presentó al siguiente artista, un cantautor que conocen muy bien y con el que han compartido versiones en alguna que otra ocasión.

Y no podía ser otro que Andrés Suárez, un artista más que comprometido con las causas sociales. El WiZink Center aplaudía y el gallego cantaba: «No he venido a recordarte tu belleza, no he venido a dedicarte un rock and roll…» Entre canción y canción, Andrés pidió un aplauso para la maravillosa banda que le acompañaba y comenzó a interpretar «una canción para Madrid». Con No saben de ti se despidió de la capital, dejando paso a «los grandes, los gigantes de Viva Suecia.» Antes de que la banda apareciera en el escenario, Angels Barceló hizo acto de presencia a través de un vídeo en el que recordaba la necesidad de hacer autocrítica.

«Soy periodista y creo que tenemos una importante parte de responsabilidad porque no contamos las cosas. Si los políticos solo piensan en las próximas elecciones, nosotros solo pensamos en el próximo dato de audiencias. Es verdad que tenemos toda la información del mundo, podríamos disponer de todas las imágenes del mundo, pero nos da igual. Nos quedamos con la imagen llamativa, con la fotografía del niño muerto o la ristra de cadáveres. Pero ya está.» 

Viva Suecia recordó que «todos tenemos la necesidad de hacer algo», justo antes de cantar Lo que te mereces y Bien por ti. Además, dieron paso al «gran e inigualable Emilio Aragón», que, junto a Mala Rodríguez, protagonizó uno de los momentos más emotivos con Mami. Elefantes continuó la noche y hablaron de la última canción que han escrito; lo hicieron junto a Benjamín Prado y la compartieron con Manolo García. «Esta noche os la queríamos cantar a vosotros también porque creemos que así teníamos que hacerlo», dijeron antes de que comenzara a sonar Agua, canción en la que no faltaron los coros del público. Se despidieron con Yo no lo sabía y Silvia Pérez Cruz les cogió el testigo en el escenario.

Primero consiguió enmudecer al WiZink con Oración del Remanso, de Jorge Fandermole, y a continuación con No hay tanto pan, banda sonora de la película Cerca de tu casa, con un mensaje contundente: «Es indecente, gentes sin casa, casas sin gente.» De la sensibilidad de Silvia a una de las grandes bandas indie de nuestro país. «Yo solo pido pausa y tú me das ojos de huracán, yo solo pido calma y tú haces espuma el agua del mar.» Izal se resistía a bajarse del escenario, pero el público enloqueció cuando la banda anunció el título de su segunda y última canción: Mujer de verde, no sin antes recordar que los asistentes habían vencido a un gran contrincante: una noche futbolera.

Macaco recalcó la necesidad de acabar con el hambre y con la escasez de agua en el mundo. «Dicen que el hambre es por falta de alimentos, eso es una falacia, una mentira, es por una mala repartición de los recursos. La escasez del agua está unida directamente al cambio climático. Desde aquí me gustaría hacer un llamamiento una vez más a nuestros dirigentes, a nuestros políticos para que creen de una vez por todas leyes contra el cambio climático. Si me permiten, antes de cantar esta canción, me gustaría que bajaran las luces y que encendieran todos un faro gigante para que nos vean nuestros políticos y se den cuenta de que estamos aquí por estas generaciones y por las generaciones futuras.» Con esta reivindicación dio paso a Blue (Diminuto planeta azul), inspirada en el científico Carl Sagan; una canción con un potente mensaje: «Las estrellas dicen que nosotros somos los fugaces.»

El fin de fiesta llegó con Con la mano levantá, mientras que Emilio Aragón pedía a todos los artistas que volvieran al escenario. Sin amplificación, pero Kiko Veneno pudo poner el colofón a una noche muy especial con su Volando voy, acompañado de las casi 4.000 almas que llenaron el WiZink Center. La música y la solidaridad volvieron a ganar la partida y demostraron que, cuando nos damos la mano, es posible remar en la misma dirección.

 

 

Imagen principal: Ángela Merino – WHY NOT