Sara Búho regresa a las estanterías con su último poemario, «La inercia del silencio», y lo hace acompañada de verdad atormentadora e ilustraciones de Laura Agustí.

Sara Bueno Hormigo ya tocó el mercado en 2016 y 2017 con sus dos primeros títulos de poesía urbana joven, La ataraxia del corazón e Y yo a ti. Este año, regresa con la Lunwerg Editores (Grupo Planeta) para compartir con el mundo una nueva obra, La inercia del silencio.

UNA OBRA TODA CORAZÓN

Esta obra de evidente carga emocional está dividida en cuatro partes, todas ellas acorde con el uso del pájaro como metáfora: Nido, Sombra, Luz y Descenso. En ellas descubrimos distintas facetas de lo que sería la obra más personal de la autora hasta el momento.

Repleto de intimidad y reflexiones retorcidamente profundas, este poemario demuestra ser una necesidad a letra y puño, una auténtica explosión de emociones que, en muchas ocasiones, es difícil de asimilar. Sara Búho hace un trabajo excelente al plasmar la emoción real y, como cualquier emoción real que busca ser desnudada, aunque no necesariamente entendida y vitoreada, cuesta de atrapar con los ojos.

La inercia del silencio es toda corazón. Corazón atormentado, corazón nostálgico, corazón sanando. Tal vez no sea fácil pulir cada detalle como mera espectadora de la historia, pero la selección de palabras por sí sola carga el ambiente de lo que la autora pretende transmitir. Es una historia cruda y arañada por dolor y silencio, tan personal y tan pájaro que no se deja atrapar.

Ilustración de «La inercia del silencio» | Imagen: Grupo Planeta

INTIMIDAD Y MINIMALISMO EN LAS ILUSTRACIONES

Por si la violenta intensidad de los versos de Sara no fuera suficiente, las ilustraciones de Laura Agustí acaban de convertir la edición del poemario en una auténtica belleza. Con detalles dorados en portada y contraportada, además de distintos dibujos relacionados con pájaros, jaulas y flores, La inercia del silencio se convierte en una de las ediciones más especiales en el mercado.

Se trata de un trabajo peligrosamente íntimo y difícil de absorber, pero fácil de sentir. No hay rastro de reflexiones forzadas para conseguir la aprobación del público lector, más bien se pierde en la profundidad más íntima y se limita a invitar a ser observada. 

Reflexiones sobre inocencia, amor, desamor, abandono, desesperanza y rehabilitación, todas ellas alzando el vuelo. Un cuento que empieza en la infancia y cuenta las despedidas, los cambios, las disconformidades con la sociedad y desajustes con una misma. Un cuento que prescinde de magia edulcorada y se arma de valor.

 

 

Imagen principal: Grupo Planeta