Fon Román presentó su nuevo disco ‘La Chispa, la Llama y El humo’ en la sala Sidecar de Barcelona. El artista disfrutó con cada una de sus canciones y agradeció, en todo momento, a un público familiar y acogedor.

La sala se va llenando poco a poco. Amigos y parejas charlan con una cerveza en la mano mientras esperan la llegada de Fon Román. El cantante sale al escenario entre aplausos y pide a la gente que se acerque. El público obedece mientras empieza la primera canción, El Idiota, un tema de su primer álbum en solitario que sacó en 2006.

El cantante se acompañaba con su guitarra eléctrica y con sus dos músicos, uno a la guitarra y otro a la batería, que también hacían los coros. Después de interpretar El equilibrio es posible, Fon Román confesaba la ilusión que le hacía «volver a Barcelona después de tantos años».  También aprovechaba para contar que el álbum que presentaba hablaba de sus vivencias en México. Una ciudad que le ha acogido, esta última vez, durante cinco años y que ha significado mucho para él.

Fon Román en la Sidecar | Imagen: Marina Garrido

MÚSICA Y BUEN ROLLO

«La chispa es un instante, la llama se mantiene y el humo se desvanece», así presentaba el artista a las tres canciones que dan nombre a su disco, La chispa, La llama y El humo. Tres temas con mucho buen rollo con los que el artista consiguió que el público se animara y no pudiera quedarse quieto.

En más de una ocasión, Fon Román deleitaba al público con sus solos de guitarra, un instrumento que domina a la perfección y que hacía arrancar los aplausos de todos los presentes. Con canciones más melódicas como Territorio herido o Lennon y Yoko, el cantante cerraba los ojos y se dejaba llevar, disfrutando y creando una atmósfera mágica.

Durante el concierto, Fon Román también quiso interpretar algún tema de su anterior disco, Entretelas, como la canción Dos elevado a uno. Algunos de los presentes cantaban con fuerza este tema que se sabían a la perfección. El artista, que era su propio técnico de sonido, jugaba con los instrumentos y las voces creando combinaciones perfectas.

UN ARTISTA AGRADECIDO Y EMOCIONADO

«Gracias a todos los que habéis venido, a la sala por hacerlo posible y a todos mis compañeros», agradecía Fon Román en el tramo final del concierto. Un compañero le sorprendía, ya pasadas las doce de la noche, entregándole un pastel con una vela mientras todo el público felicitaba al artista.

Para terminar esta noche de emociones, Fon se dejaba llevar con los últimos temas. Con Mis movimientos y Latido Unánime, el cantante ponía punto y final a su concierto arropado por todos los asistentes.

La Sidecar fue testigo de una noche de música en directo que contagió sonrisas y buen rollo en todo momento. Un artista con sello personal que demostró con creces su madurez en el escenario y que dejó un trocito de su corazón en Barcelona.

 

 

Imagen principal: Marina Garrido