En WHY NOT hablamos con León Torres, un cantante, compositor y productor malagueño que acaba de sacar a la luz su último disco en solitario «Mi Perro Negro» un disco que habla de sentimientos, y de ver la luz al final del túnel. Además nos ha contado su experiencia con La Shica en el tema «No te podré olvidar» y la fecha de su primer concierto. 

León Torres es el nombre artístico del cantante, compositor y productor Manuel Torres. Nacido en Málaga, decidió irse a la capital en busca de nuevas oportunidades en el mundo de la música. Hace apenas unas semanas salía su último disco Mi Perro Negro, título que tiene que ver con el estado de ánimo con el que se sentó a componer, y quizás el que le saco de ese agujero en el que estaba.

WHY NOT: Háblanos un poco de tu último disco. ¿Cómo está siendo la acogida por parte del público?

León Torres: Pues me está sorprendiendo mucho, porque es un disco que yo compuse en una época mala, oscura. De esas etapas en las que tienes el ánimo por el suelo, y por ahorrarme un dinero en psicólogos, me dediqué a hacer lo único que te apetece hacer cuando ya no tienes que hacer. No era un disco para autocomplacerme, no tenia pensado ni sacarlo, eso lo veía todo muy lejos.

Ahora que ha salido y que lo han escuchado más allá de mis cuatro colegas y la familia, me está sorprendiendo mucho. Estoy recibiendo buenas críticas de la prensa especializada y de gente que se dedica a la música underground y rock. Este disco es más conceptual quizás que el que hice con El dueño del balón que era un poco más para todos los públicos.

Como no tenía expectativas, no me esperaba la buena acogida y la verdad es que una palmadita en la espalda siempre sienta bien. Aunque uno no pueda vivir ni de la valoración ni de la crítica, uno tiene que estar seguro de lo que hace.

Portada «Mi perro negro» de León Torres

WN: Quiero dirigirme al inicio, donde empieza León Torres. He leído que eres de Málaga. ¿Cuándo decidiste venirte aquí a Madrid y, sobre todo, por qué?

LT: Era un poco el sueño del artista. Yo vivía en un pequeño pueblo de Málaga, Coín, un pueblo precioso. Allí tenía una banda con la que aprendí los horarios, las responsabilidades de quedar con gente, entrar a un estudio de grabación, nervios, gastos… Entonces cuando me vine a Madrid hice el proyecto de El dueño del balón con Matías Sorokin, hermano de uno de los guitarristas de Los guasones, un grupo mítico de rock en Argentina. De él aprendí mucho. Sacar aquel disco con una multinacional, tener a una agencia de manager detrás de ti apoyándote, aquello fue como la universidad.

Ahora este disco es como una vuelta a lo que realmente quiero hacer. Una vuelta a la música, a lo que siempre he querido hacer. De hecho, siempre he estado escribiendo, siempre he dedicado tiempo a la guitarra, al estudio de grabación que tengo en casa por que soy también productor musical, y ahí grabo bandas que me gustan. En este disco todo está hecho por mí: compuesto por mí, producido por mí, elijo yo los músicos. Hecho con mucho cariño desde una manera muy independiente de generar esto. Trato de participar en todos los aspectos del disco. Este trabajo es como el juguetito que te traen los reyes magos y estás ahí sobándolo.

WN: Entonces, ¿compones tu propia música?

LT:  Sí. Compongo yo, toco yo, grabo yo, produzco yo. Ahora incluso estoy atreviéndome a mezclar cosas. Intento aprender de todas las partes del negocio y de la parte artística. Esto es un no parar y así me lo tomo. Hay que seguir aprendiendo.

WN: Este primer disco del que me hablas, ¿Fue un punto de arranque para decidirte a hacer este último disco?

LT: Era un disco para todos los públicos quizás, ¡me atreví hasta con una ranchera! Fue un disco bastante variado.

Este es un disco más conceptual, que ya lo tenía pensado en aquella época. La idea de hacer un disco más íntimo, más acústico, sin mucha producción sino con esas canciones que te puedo cantar en una barbacoa o una paella con amigos.

WN: ¿Crees que es fácil vivir de ello?

LT: A ver, es como el fútbol. Puedes jugar en primera ganando una millonada, y en segunda o tercera y sigues viviendo de ello. De hecho, esa es mi pretensión. En las grandes ligas hay mucho esfuerzo, mucho estrés. Mucha gente opinando de cómo lo haces de cómo no lo haces, opinando sobre tu carrera, metiendo mano en tus canciones o en tus diseños. Yo ya no estoy para eso. Yo esto lo hago con total libertad artística, y con un pequeño grupo de gente que busca experiencia. Le estamos poniendo mucho cariño.

WN: Cuéntanos quiénes son tus referentes a la hora de crear tu música

LT: Pues grupos que me gusten… Bob Dylan, por supuesto. Por que yo vengo quizás de ahí, de esos grupos americanos que siempre escuché de pequeño. Bueno, es que los americanos nos invadieron culturalmente no hizo falta una guerra. Nos hemos criado con Hollywood, películas, hamburguesas y rock and roll, y yo soy producto de esa época. Soy fan de esos artistas americanos que se escriben sus canciones como Tom Petty. Además de los clásicos por supuesto. Desde los Rolling hasta The Beatles. Aquí en España desde Radio Futura hasta los grupos más radicales como La Polla Récords o Extremoduro.

Me gusta toda la música. Actualmente también veo que se hacen cosas muy chulas. Me da igual el estilo, lo único que tiene que funcionar es “el pelómetro”, que ponga la canción y se me ponga el bello de punta.

WN: Vamos a volver a tu disco para hablar más a fondo de él. Cuéntanos en rasgos generales qué podemos encontrar en ‘Mi perro negro’.

LT: Es un disco muy cortito de nueve canciones. No quería hacer un disco muy largo por que hoy en día la gente escucha las canciones sueltas. Me da la sensación de que el hombre contemporáneo cada vez tenemos menos atención. Pero como se ha venido haciendo siempre el trabajo de un disco entero, así lo hice. Quería hacer un disco que pudieras escuchar en tu coche en un trayecto corto.

El disco como han dicho se llama Mi Perro Negro, que una frase de Winston Churchill, cuando en su biografía hablaba de su ansiedad, su depresión, sus partes oscuras. Tu parte “chunga”, como se dice en Málaga. Como el disco lo hice en ese estado de ánimo derrotista, me pareció genial ese nombre. No es un disco negativo, en las canciones hay un punto de esperanza siempre al final del túnel.

El estilo de música es lo que se llama estilo americana music, que es de lo que me he impregnado. Lo que pasa es que yo no soy de Texas, soy andaluz, muy orgulloso de ello, y por eso utilizo de vez en cuando alguna percusión de manera sutil de flamenco por debajo, pero tú solo escuchas rock. Me gustan esas mezclas. Podemos encontrar folk, acústico, blues, y canciones de un tío de Andalucía que hace una re-interpretación de todo lo que ha escuchado.

WN: Ya que nos hablas de esa mezcla con el flamenco, hablemos de tu colaboración con La Shica. ¿Cómo surge esa idea?

LT: Surge de una manera muy espontánea. No es ningún montaje de discográficas. Tenemos un amigo en común, Pepe Cielo. Todos vivíamos en el campo y es la típica época en la que ya no te vas a los bares en la ciudad, sino que quedábamos en la casa de unos y de otros. En el porche de Pepe Cielo se juntaba mucha gente de la farándula: Miguel Poveda, La Shica, Oliver Sierra… Por allí pasa un montón de gente, y bueno, yo mismo.

Tenía una canción, No te podré olvidar, que llevaba la letra desde la época de la universidad, estos trabajos que dejas siempre a medio terminar por que sientes que no están como tu quieres. La conseguí terminar y la canté una noche de verano en el porche de mi amigo y La Shica estaba allí. Se me acercó y me dijo: “León esta canción me ha llegado, yo quiero cantarla contigo en tu disco”. Y qué dices a eso. A una artista que tu ya admiras, y que es una amiga, incluso mi madrina. Pasé este verano por el festival de blues de Antequera, y conocí a la gente que lo organiza. Tienen un estudio de grabación y un club de blues Cambaya Records y dije este es el sitio perfecto para grabar esta canción. Se lo dije a La Shica y no lo dudamos un segundo.

WN: En cuánto a las letras del resto del disco, ¿son basadas vivencias tuyas?

LT: Sí, la verdad es que son basadas en hechos reales como las películas malas de Telecinco. Como te dije, este disco lo hice quizás por ahorrarme el dinero en el psicólogo. Tenía un estado de animo de bajón y lo hice sobre todo para quitarme las espinitas. Habrá gente que le guste, gente que no por el estilo, por la personalidad por que cada uno tiene un gusto diferente.

Es un disco honesto, que he tratado de hacerlo en el estilo musical en el que mejor me muevo con músicos amigos que les han gustado las canciones. Las canciones están hechas desde las tripas y desde el corazón y todo basado en hechos reales. Excepto una, Me siento bien, basada en un amigo mío de barrio, un tío bastante macarra pero encantador. Habla de un asesino profesional cantado en primera persona, sobre como se siente el tipo haciendo su trabajo. Me lo imaginé como una película de cine negro.

El resto hablan todas de sentimientos, como nos sentimos si nos deja nuestra chica. Pensamientos sobre la vida. De como nos hablamos a nosotros mismos, como la canción Bolsillos de arena. En esta canción concretamente pensé en eso, en que tenemos que hablarnos bien, sino se llenan los bolsillos de arena.

WN: Para terminar, cuéntanos si tienes ya alguna fecha fijada para próximos conciertos.

LT: En realidad acaba de salir el disco y estamos montando los ensayos con una nueva banda, por que los músicos con los que grabe el disco tienen todos sus compromisos. Así que estoy montando una banda para poder defender estas canciones en directo, estoy como un niño con zapatos nuevos con eso. Tenemos ahora mismo solo una fecha, que en realidad la vamos a usar a modo de ensayo general, que es el 14 de diciembre en mi pueblo natal, Coín, por que yo soy profeta de mi pueblo. Quizás por ser allí estoy tenso, quiero que lo hagamos bien, y todavía no se si la banda me acompañará en 4 o 5 temas.

El año pasado mientras decidía si sacaba el disco o no, me fui un tiempo a tocar a la calle y de hecho estuve hablando con mi equipo y con la gente que me hecha una mano para programar, ahora que tengo el disco en la mano, hacer lo del año pasado e irme a tocar a la calle. Hacer una pequeña gira de ciudades antes que ir a salas o festivales. Me encantó la experiencia y quiero volver a hacerlo por que nadie te conoce y la gente te da algo de dinero o te compra el disco porque realmente le ha sorprendido y eso me parece que tiene un punto súper chulo.

Hay amigos que me dicen: «Eres un perroflauta cantando en la calle.» Y, a ver, si lo fuese no pasa nada, pero bueno hay otra gente que se va a dar la vuelta al mundo, y para mí tocar en la calle ha sido una experiencia interna muy potente que me ha hecho quitarme un par de tonterías de encima.