De la pesca del marisco a las tierras valencianas con Raphael, culminando con un Santiago Segura que continúa reticente al abandono del programa, quedándonos con Los Chunguitos, pero esta vez fuera de los fogones. 

Después de un mes en cocinas y tras las dos reincorporaciones de Anabel y Boris, los celebrities continúan regalándonos momentos inigualables que hacen que cambie la opinión que muchos teníamos sobre ellos. Los Chunguitos han sido los últimos expulsados y ubidos, como en todas las situaciones de la vida, abandonaron el programa. 

Los fogones se encienden 

La primera prueba comenzaba con la caja misteriosa que escondía el temor de muchos de los concursantes, el marisco. Alex, como mejor concursante de los exteriores de la semana pasada, mantenía su ventaja y, con ella, pudo seleccionar el marisco que cocinaron sus rivales y amigos. 

“Dardos envenenados” decía Adrover cada vez que asignaban un crustáceo. Después se podía ver a Tamara coger un bogavante como si lo hiciese diariamente, a Yolanda acariciarlo como si fuera un perro y, sobre todo, ver a Anabel sumergirse en el acuario para tomar a su presa. La prueba, que como premio incluía el pin de la inmunidad al mejor plato, concluyó con Boris y Anabel como ganadores. Fue Izaguirre quién se puso este pin y accedía a la gran ventaja.

El escritor donó sus 4.000€ del premio a la asociación Asociación Afaga, destinada a la lucha contra el Alzhéimer.

Exteriores

Ya por tierras valencianas y con la reconocida música de Raphael, los celebrities tuvieron que elegir a sus capitanes entre los dos ganadores de la prueba anterior. 

Boris contó con un equipo rojo de lo más fashion-flamenco desde Falcó, Avellaneda, Vicky hasta Los Chunguitos, que no resistieron la presión del cocinado, por lo que fueron llevados a eliminación ante los fallos cometidos. Por su parte, el equipo de Anabel se alzó vencedor subiendo a la galería y asegurándose una semana más su permanencia en el show culinario, gracias a un cocinado constante que su capitana alabó. Incluso Raphael optó por repetir el ajo blanco elaborado por el equipo rojo. 

La prueba donde se homenajeó al cantante español, único ganador de un disco de uranio, se basó en un menú de envergadura para 40 comensales. Jordi ya tenía el presentimiento de que sería “Una gran noche”, y así fue. Cocinó con el equipo de Boris quince minutos tras haberle hecho renunciar a uno de sus integrantes a fin de que acabase directamente en eliminación. Juan fue el elegido y quedó sentenciado. Una decisión que rápidamente tomó el capitán, gracias a la compresión del componente de Los Chunguitos. 

Huevos eliminatorios

El equipo rojo, directo a plató con el delantal negro, se mediría en una batalla de elaboraciones a base de huevos. Boris no lo dudó y usó su inmunidad para evitar ser eliminado, ya que justificó y recordó que  “no se me da nada bien cocinar con huevos. La otra vez, cuando me fui, fue por un huevo poché” 

Cuando todo parecía tranquilo, alguien aporreó la puerta del plató y como no, Santiago Segura volvía para poner una vez más el humor en los fogones. 

El amor fraternal

Las pruebas en las que los celebrities pusieron en marcha su maestría con los huevos se fueron sucediendo desde la más mísera tortilla francesa hasta un huevo frito. «Ni un huevo frito te ha salvado», increpó Jordi a Juan Salazar. Tamara resultó vencedora de las pruebas con dos puntos, seguida de Vicky. 

El miembro de Los Chunguitos, Juan, no tuvo la misma suerte y fue eliminado. Sin embargo, su hermano se negó a abandonarle y decidió renunciar a continuar en el programa. Un acto de amor entre hermanos, al más puro estilo “Me quedo contigo” 

Los jueces entre lágrimas y risas los despidieron, dejándonos con un “Pónganle sabor a la viday una ovación a la pareja flamenca. La próxima semana seguirán ardiendo los fogones y dándonos momentos de infarto. Y ya saben, “No se olviden del sabooooor”.

 

Imagen principal: Master Chef vía Instagram