Rozalén actúo en el Auditorio Parque de Fofó de Murcia el pasado 6 de septiembre. Se trata de uno de los últimos conciertos que ofrece «nuestra murciana de adopción» con ‘Cuando el Río Suena…’.

Antes de que Rozalén saliera al escenario, el grupo valenciano Desayuno y el artista Fredi Leis amenizaban la espera. Ambos agradecían el poder compartir escenario con artistas como Rozalén.

Sobre las 22:30, una voz en off daba paso a la cantante y su banda con los versos de No te salves, poema de Mario Benedetti. Comenzaba así una noche llena de energía y buenos valores por parte de Rozalén.

Será Mejor y El Hijo de la Abuela abrían un concierto en el que estaría muy presente la emoción. Y es que, Rozalén venía dispuesta a cantar y contar muchas historias, a la vez que el público estaba deseando conocerlas. Es para destacar y agradecer el respeto con el que los asistentes escuchaban todas y cada una de estas confesiones que realizaba la cantante.

«Muy buenas noches Murcia. Una se pone nerviosa en casa. Porque como ya sabéis soy albaceteña, pero murciana de adopción.». Vivir, Ahora y Para los Dos desataban el baile. Rozalén recordaba entonces que este último tema lo compuso en Murcia.

Llegaba el momento de cantar Justo, canción que forma parte de su último álbum. Se trata de un disco en el que confiesa haberlo contado todo. Aprovechaba para hacer un guiño a la tolerancia: «Mi abuela me enseñó que en la puerta de mi casa no se tiene que quedar ningún ser vivo, sea quien sea, venga de donde venga». Palabras muy necesarias y que se deberían escuchar mucho más.

Justo era el hermano mayor de su abuela, desaparecido en la Guerra Civil Española. Gracias a esta canción, su familia ha podido encontrar la fosa común en la que se halla. El poder de la música no tiene límites y cuenta con historias tan especiales como esta.

Rozalén en Murcia / Imagen: Kiko Asunción

Las Hadas Existen, tema que dedicaba a todas las mujeres, y Antes de Verte precedían al cotilleo gordo de la noche, tal y como ella expresaba. Se trataba de la historia de amor de sus padres. Y es que, su padre fue sacerdote durante diez años. Cuando lo enviaron a Letur, su pueblo, se enamoró de su madre. Una historia que, a finales de los años setenta, no fue fácil. De esta historia nace Amor Prohibido, canción compuesta por Felipe Benítez Reyes a partir del relato de Rozalén. Una vez más agradecía el respeto y el cariño que estaba recibiendo en esta tierra, en la que se sentía como en casa.

A continuación, recordaba dos grandes temas. La Llorona, de Chavela Vargas, y La Belleza, de Luis Eduardo Aute, terminaban de convencer a un público muy entregado del gran talento y la versatilidad de la albaceteña.

A partir de aquí, llegaba la recta final del concierto. Se escuchaban canciones como Me Arrepiento, Asuntos Pendientes o Comiéndote a Besos. Esta última comenzaba a cantarla el público. Pero no se podía ir sin cantarle a todas esas mujeres que nos han abierto el camino a las demás, era el momento de dibujar esa puerta en la pared. Con su Puerta Violeta y con Girasoles se ponía fin a una noche para el recuerdo.

Debería ser obligatorio acudir, al menos una vez en la vida, a un concierto de Rozalén.

 

Imagen principal: Kiko Asunción.