En primer lugar, debemos señalar que el análisis que se va a realizar en el presente artículo será un análisis conjunto de los debates debido a la proximidad entre ambos, pero se resaltarán los aspectos más destacados de cada uno.

El primer debate que se realizó el día 22 de abril de 2019 en TVE contaba con un formato más encorsetado tanto en la distribución de tiempos como en la distribución de los temas, lo que provocó que se diera un debate más sosegado en su mayor parte. Esto hizo que el papel más exaltado se lo llevara Albert Rivera, en contraposición del resto de la campaña que ha realizado Ciudadanos. Al revés sucedió con Pablo Casado, que durante este primer debate tuvo un papel más moderado, al contrario del tono mucho más duro que ha mantenido durante toda la campaña contra el PSOE.

También se observó durante todo el debate que hubo una división de bloques muy clara, en la que hubo un ataque tanto de Ciudadanos como del Partido Popular al PSOE principalmente debido al apoyo de los independentistas catalanes en la moción de censura de 2018, que según PP y C´S «intentaron romper España».

En el otro bloque, tanto Unidas Podemos como el Partido Socialista optaron por una vía más programática y Pedro Sánchez se erigió como alternativa a las tres derechas. Tanto Sánchez como Rivera protagonizaron los mayores combates dialécticos durante este debate, principalmente durante el bloque sobre Cataluña, que hizo que Rivera tuviera una postura muy dura con el independentismo catalán y con el gobierno del PSOE desde la moción de censura.

También sorprendió que Ciudadanos, que se consideran como un partido de centro liberal, primero estableció un cordón sanitario contra el PSOE, fuera el candidato más duro contra Pedro Sánchez. Esto hizo que desde varios grupos de WhatsApp de Vox, cuyo candidato estaba ausente debido a una decisión de la Junta Electoral Central, se viera con mejores ojos a Rivera que a Casado, lo que nos puede hacer comprender de la dureza de los ataques de Ciudadanos. En el tema de pactos lo que más nos pudo sorprender fue el silencio de Pedro Sánchez ante las preguntas de Pablo Iglesias sobre si un pacto Ciudadanos-PSOE seria posible tras el 28-A.

Los cuatro candidatos durante el primer debate | Imagen: @PSOE

El segundo debate que se realizó el día 23 de abril de 2019 en Atresmedia contaba con un formato más dinámico que el realizado en el día anterior, sin cronómetros de tiempo y con unos temas de debate más flexible. Esto conllevó que hubiera un mayor cruce de acusaciones entre los lideres políticos, que en muchas ocasiones provocaba que el debate perdiera en calidad de contenido debido a las formas.

Como hemos señalado previamente, debido a este distinto formato de debate y a que era el último provocó que hubiera discusiones entre todos los lideres políticos, con constantes interrupciones entre ellos y acusaciones de decir mentiras durante el debate. Debido a la gran importancia y repercusión que tienen las redes sociales antes, durante y después del debate, se observa cómo los lideres buscan quedar mejor que sus rivales tanto a nivel programático, como a nivel de impacto en redes sociales y que sus intervenciones sean las más comentadas.

Vemos como en este segundo debate desaparecieron los bloques del primer debate, ya que hubo ataques entre los candidatos de Ciudadanos y Partido Popular, y en menor medida, entre los candidatos de Unidas Podemos y el PSOE. Subió la intensidad de los ataques entre el PSOE, Partido Popular y Ciudadanos, dejando a Pablo Iglesias como el más programático y que menos interés tenía en atacar a sus rivales y más en presentar sus propuestas.

También la mayor duración de este debate permitió que todos los candidatos fueran capaces de presentar más propuestas de sus programas electorales, a la vez que intentaban descalificar al resto de candidatos, pero se repitieron muchas de las propuestas en los dos debates, que ya han ido exponiendo durante toda la campaña. Uno de los grandes momentos de tensión ha sido el momento en el que Albert Rivera le regaló la tesis doctoral de Pedro Sánchez al propio secretario general del PSOE, mientras que Sánchez le dio al líder de Ciudadanos el libro de Sánchez Drago y Santiago Abascal.

El segundo debate de los cuatro candidatos | Imagen: @PSOE

A modo de conclusión tras los dos debates, podemos establecer que no ha habido un ganador claro entre los cuatro candidatos, por lo que debemos hacer una división de bloques de izquierda y derecha, para ver quién ha sido el candidato que ha salido más reforzado de cada bloque.

En el bloque de la derecha, debido a la ausencia del candidato de Vox, se han repartido las acusaciones más duras entre Albert Rivera y Pablo Casado, si bien debemos resaltar la gran importancia que ha tenido Ciudadanos durante los dos debates, lo que les puede servir para remontar en las encuestas de cara a liderar el bloque de la derecha, así que podemos establecer que en este bloque se impone Rivera, si bien Casado en el segundo debate mejoró mucho su papel respecto al primer debate.

En el bloque de la izquierda, podemos establecer que ha habido un empate técnico entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, ya que ambos candidatos no han tratado de atacarse mutuamente, sino que Iglesias ha recuperado parte de su discurso más de clase frente a los poderes económicos de las elecciones de 2015 que también le ha permitido exponer con claridad su programa. Por otro lado, el PSOE se veía como el centro de la diana por parte de la derecha y ha conseguido imponer parte de su discurso y que su figura haya salido reforzada de los debates, teniendo el papel más difícil al acudir como presidente del Gobierno, y que era el candidato que más tenía que perder en los debates.

 

Imagen principal: @PSOE